Me despertó un olor dulce, al abrir los ojos me di cuenta de que Jimin no estaba a mi lado, fui a lavarme los dientes y baje a la cocina
Ahí estaba él, terminando el desayuno, lo veía desde la barra mientras terminaba
-despertaste -dijo con una sonrisa-
-no te sentí a mi lado
-¿me extrañabas?
Dejo los platos en la mesa y se acercó para darme un beso tierno
-te amo, Jimin.
-yo más.
Nos sentamos a desayunar mientras veíamos la tele, ver k dramas era muy divertido, más estando con el
-sabes, ahora que te pude recuperar, me gustaría que esta vez todo fuera para siempre
-a mi también me gustaría, prometo no dejar que un auto se interponga este vez
-ey, no fue tu culpa
-tal vez si no me hubiera ido y no...
-déjalo, ahora estás aquí, conmigo.
Se levanto y se puso de rodillas, al principio no entendía, hasta que vi que saco una pequeña caja de su bolsillo...
-Jimin...
-no pienso perderte otra vez, no puedo... ¿me harías el extraordinario honor de ser tu esposo?
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-si...
Me abrazo, lágrimas caían por nuestros rostros, no podíamos evitarlo, después de tanto, al fin podríamos tener nuestro final, ahora, era el momento de decirlo a otras personas.
Comenzamos a arreglarnos para salir del lugar e ir hacia el departamento de Jimin para planear como debíamos decirles, o más bien, ¿a quien primero?
-creo que sería mejor decirles al mismo tiempo
-¿tú crees?
-bueno, Jungkook ya tenía la sospecha, pero no quise decirle nada a tu papá hasta estar seguro
-hace mucho que no lo veo, qué tal si el no...
-lo hará, jamás dejó de mencionarte __
En el camino le mande mensaje a Jungkook desde el teléfono de Jimin, ya que aún no tenía el suyo, y mandárselo yo sería algo raro.
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