04| Azotes

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Shannon.

Solté un jadeo en cuanto sentí una palma golpear mi glúteo izquierdo, azotándome con fuerza, probablemente dejando una marca rojiza que duraría minutos. Apreté los dientes con enojo mientras fruncía el ceño, oh, una vez Tom deje de hacerse el dominante lo haría pagar.

Enterré mis uñas en mis brazos, casi abrazándome para tratar de apaciguar el dolor que Tom forzaba ahí, me azotaba con fuerza para después acariciarme con suavidad, todo lo contrario a su primer movimiento.

ㅡ¡Ah, más suave! Bruto...ㅡ Chillé en el momento que otro azote brusco se hizo presente, haciéndome apretar los muslos, tratando de cerrar mis piernas para calmar la picazón del dolor. Tom sólo soltó una risa nasal, el muy idiota estaba sentado de lo más tranquilo, conmigo en su regazo acostadita de estómago, con todo mi culo al aire y probablemente rojo.

ㅡEh, calma, fiera.ㅡ Me regañó antes de darme otro buen azote, el cuál me hizo soltar un gemido demasiado alto, abrí los ojos mientras apretaba el ceño, abriendo la boca para decir, mhm... Gritar algo.

Su mano se interpuso en mi boca antes de que eso sucediera y sus largos y delgados dedos fueron paso por mis labios, hasta silenciarme por completo. Cada vez la dureza en mi abdomen era más notable, era un...

ㅡQuédate callada, los vecinos vinieron a quejarse por el ruido antes.ㅡ ¡Qué mentira! Si todos follaban a todas horas aquí, Tom planeó bien en dónde vivir.

El muy rey estaba sentado con las cabeceras de la cama a su espalda, mirando fijamente a la televisión de la sala, la cuál reproducía varios gemidos, masculinos y femeninos, era un hijo de puta, mirando porno mientras me tenía a mí en su regazo, completamente desnuda de mi cintura hacia abajo, dándome azotes cada vez que la chica en el vídeo gemía.

¡Qué tortura!

La verdad no, lo estoy disfrutando a morir, es un coñazo de los buenos, pero Tom no tenía que saber eso.

No tenía ni idea de que estaba sucediendo en aquel vídeo, pero la chica sonaba desesperada gimiendo, tratando de alcanzar ese punto cúspide que Tom sabía darme muy bien.

Salté involuntariamente ante otro azote que llegó a mi zona baja, fué un poco más suave pero más sorpresivo, cada vez podía sentir el bulto de Tom rozarse con más insistencia en mi abdomen, pidiendo atención, si supiera que cuando me la pone igualmente me llega hasta ahí...

Intenté restregarme contra su erección, intentando crear algún tipo de sonido en la boca de Tom, además de algunos gruñidos.

ㅡ¡Quédate quieta!ㅡ La mano que estaba tapando mi boca, salió de golpe y se dirigió a mis glúteos, dando un azote mucho más brusco que los demás, además de dejar un escozor, algo de mi saliva hizo el golpe mucho más fuerte y resbaladizo.

ㅡTú...ㅡ Jadeé con un tono ronco, a pesar de todo el maltrato que estaba sufriendo mi cuerpo, lo estaba disfrutando al máximo, mojándome por cada roce que daba con mi cuerpo.

ㅡEres un cabrón... La próxima ves que te monte... Uff, yo voy a...ㅡ Estaba hablando apresuradamente entre suspiros, apenas me entendía pero Tom logró hacerlo y con bastante claridad, lo supe por su siguiente acción.

La mano que antes me azotaba con fuerza se dirigió a mi entrada, descubierta y mojada, pasando sus dos dedos por alrededor para de un sólo movimiento meterlos de inmediato, no logré formular ni una sola palabra antes de que sus dedos se doblaran hacia arriba, acariciando un punto que me hacía ver las malditas estrellas, de paso, me dió otro azote por mi atrevimiento.

Promiscuous Boy. | Tom Kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora