5. Pasado.

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Tiempo atrás.
Pov ___________:

Coloque mi rostro entre mis manos y suspire bobamente.

Adrien Agreste estaba modelando en aquella pasarela de su padre, se mostraba despreocupado, con una sonrisa sutil en sus labios.

Es guapo, demasiado.

—¡____________! —me sobresalte ante el grito de Evie—. ¿Por qué no intentas hablarle en el instituto?, no compartimos aula pero sí instituto —animó con entusiasmo y yo negué despavorida.

—Pensara que soy una fan más —rasque mi nuca. Apague la pantalla y suspire—. Adrien solo es un amor platónico, no tendré oportunidad con él ni en mil años.

Evie me miro con desaprobación.

—Como quieras —se encogió de hombros—, ¿qué haremos para tus quince?

Ambas chillamos con entusiasmo. Sí, mañana cumplía quince años y yo estaba más que feliz.

Evie se quedó a dormir esa noche, platicamos, jugamos y comimos mucho.

Me removí en mi cama cuando sentí una fría brisa, abrí mis ojos y vi que el ventanal de mi habitación estaba abierto.

Gruñí levemente, me puse de pie y espabile el sueño. Tome las puertas pero vi un raro casete tirado sobre el balcón.

Camine a el para tomarlo, no venía alguna etiqueta con nombre ni nada por el estilo. Alce la mirada y vi un raro destello lila en el cielo, cerré los ojos y sonreí.

Puedes —susurré—, puedes, puedes.

Pedí mi deseo a lo que sea que fuera eso, cualquier astro cósmico era un buen receptor, cada que veía uno pedía un deseo.

Mire de nuevo aquel casete, suspire y entre de nuevo a mi habitación, cerrando los ventanales a mi espalda.

—¡Felices quince! —grito Evie con entusiasmo, me quejé y me cubrí con las cobijas.

Escuche las típicas 'mañanitas' y sonreí.

Deje de cubrirme para enderezarme, vi a mis padres, mi hermano y a mi mejor amiga cantando, sin duda un buen recuerdo para conservar.

El resto del día la pasamos comiendo, hace mucho que no comía así.

Cuando salimos al parque, Evie se desvió para ir a su hogar, mientras yo la esperaba en el parque me levante abruptamente al ver a Adrien Agreste en el mismo parque que yo.

Posaba con naturalidad mientras el fotógrafo hacía lo suyo.

Sonreí con entusiasmo, cuando estaba decidida a acercarme y saludarlo, la vi a ella.

Se acercó a él y ambos posaron juntos.

Mi sonrisa se desvaneció mientras que la sonrisa de Lila se amplió.

¿Acaso Adrien es amigo de Lila?      

—Oh, querida —ante la aparición de Lila solté un gruñido—. ¿Te he contado que Adrien y yo somos así?

Entrelazo sus dedos, alce una ceja y sonreí.

—¿Ah, sí? —asintió—, pues felicidades, aprovechalo.

La mire mal, le di la espalda y retome mi camino. Lila siempre lograba lo que ella quería, no me sorprendía que ella sí tuviese el valor de acercarse a Adrien, no como yo.

Tiempo después.

—¿Davidson?, ¿en serio? —pregunto Evie con fastidio, mirando al castaño tal y como yo lo hacía—. ¿Qué paso con tu amor por Adri...?

The diary of Adrien Agreste 《A.A y tú》©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora