11. Extracción.

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Pov _____________:

—Umh, del uno al diez...¿cuanto? —inquirió el rubio con una sonrisa boba.

Ladeé mi cabeza un tanto ruborizada.

—Adrien, concentrate —pedí avergonzada.

—Si, tienes razón —sacudió su cabeza de un lado a otro.

Mire mis cartas y él las suyas. Estábamos en mi hogar, jugando UNO.

—¿Norman ha aparecido? —negué.

—Por fortuna no, supongo que sigue viendo lo del preso —mostré indiferencia.

No me interesaba en lo más mínimo ese asunto, odiaba estar involucrada en cosas anormales.

—¡Ja, reversa! —lanzó el rubio y lo mire mal. Tome cuatro cartas con indignación.

—¿Sabes? —deje mis cartas sobre la cama—. Me aburrí, ¿y sí salimos un rato?

—Escape de mi hogar, ¿lo sabes cierto? 

Sí, saber que Adrien escapó como MísterBug de su hogar solo para verme era...tierno.

—Cierto —susurré para mirar a otro lado—. ¡Ya sé!

Baje de mi cama, camine al ventanal para cerrarlo a la par de las persianas, camine a la puerta y le puse seguro.

—Este escenario me resulta familiar —susurró y alce una ceja.

—¿Como? —inquirí con diversión, el rubio se ruborizo.

—N-nada —negó variadas veces.

—Ya sé que paso una semana —explique con nervios—, pero... —mi celular sonó interrumpiendo—. Ugh, debe ser una broma.

Me acerque al tocador, al ver el número de Evie respondí.

—¿Si? —respondí con tono suave.

No me creerás a quién vi —exclamó con ansiedad. Solo una persona causaba en ella esa sensación.

—¿Volvió? —pregunte sorprendida.

Ajám —trague saliva.

—¿Te habló? —rasque mi nuca.

Solo nos miramos, nada del otro mundo —aclaró y sonreí.

—Debemos mantenernos así, ¿okey?

Okey —confirmo y reí—. Te hablo al rato.

—Perfecto.

Colgamos a la par, deje mi celular sobre el tocador y me gire para ver al rubio pero estaba atento a su celular.

—¿Adrien? —me acerque para mirar lo que él miraba.

Un akuma atacaba a París, LadyNoire estaba luchando y él estaba aquí...conmigo.

—Tienes que ir —susurré y el rubio me miro.

—¿Estarás bien? —se puso de pie y me miro preocupado.

—Sí, no tienes de qué preocuparte —besé la comisura de sus labios, sonrió bobamente—. Corre.

Se transformó ante mi, cuando estaba como MísterBug sonreí, mordí mi labio por inercia y vi como se ruborizaba rudamente ante mi mirada.

—D-debo irme —tartamudeó.

Reí.

—Suerte, mon amour —le lance un guiño juguetón, ganando otro rubor de su parte.

The diary of Adrien Agreste 《A.A y tú》©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora