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PV EDWARD

Pasé mucho, mucho tiempo con el teléfono encendido en las manos, todavía sorprendido de que la línea había cortado, más aún por las palabras que ante tu gesto.

No entendí. O tal vez no quise ¿comprender? Tus palabras me impactaron tanto que no pude encontrar la fuerza para
mover. ¿Era la verdad? Él realmente
¿No le importaban los deseos de Bella? Eso
¿Significaba eso que ya no la amaba?

Buen Dios, pero ¿qué estaba pasando?

Yo estaba perdido.

Me tomó un poco de esfuerzo, pero finalmente logré colgar antes de levantarme del sofá. Necesitaba hablar con Carlisle y no justo sobre nuestra cita de esta noche porque por mucho que me duela admitirlo, no podía evitar la extraña satisfacción que sentía al pensar en que el afecto de Jacob ya no estaba dirigida a Bella, y no porque me alivió saber que no
seria otro peligro en mi relacion con ella, pero por una razón totalmente diferente, una razón por la que traté de no reconocer, en el que me avergonzaba de pensar.

Cerré los ojos por un momento antes de
toca la puerta de la oficina de Carlisle, feliz
que los acontecimientos recientes han hecho que el tome pocas semanas de descanso.

- Entra, Edward.

Abrí la puerta para encontrarlo a partir de
su costumbre con la nariz en un libro,
levantó la vista para darme una sonrisa, pero frunció el ceño cuando vio mi
expresión, Carlisle me conocía demasiado bien.

- Tenemos una reunión con la manada, hoy  a las tres, le informé, obligándome a dirigir mi atención a la ventana.

Por el rabillo del ojo, lo vi saludar
distraídamente. Por un buen minuto estuve
en silencio, pensando como decirle sobre mi problema

- Hijo, estoy aquí para ti, lo sabes, ¿no?

Cerré los ojos con fuerza, incapaz de
entender por qué esa simple declaración
me hizo querer llorar sabía que él está
ahí para mí, Carlisle siempre estuvo ahí para mí escuchando quejarme de mi vida, llorando por mi destino, consciente de mi dolor, mi soledad.

- Lo sé, susurré, dejándome caer en uno de los sillones de cuero frente a su mesa.

De nuevo, me quedé en silencio. Y no supe qué decirle después todo lo que había pasado, después de todo lo que había hecho para estar con Bella, en contra de la seguridad de mi familia, venía a enfrentarlo a él, ¿seguro de algo?

Quería pegarme a mí mismo.

- Nunca te hice la pregunta, Carlisle, tal vez
porque sabía que no dudarías en
responde honestamente, tal vez porque
no quería escuchar la verdad. Hice una
pausa, estirando una sonrisa amarga, luego
lo miré, su expresión era confusa,
confundido, pero todavía muy atento, no
solo estaba escuchando, no, estaba examinando cuidadosamente cada uno de mis movimientos, cada una de mis
expresiones qué piensas de mí relación con Bella, Carlisle?

Lo vi ponerse rígido y de sus pensamientos
siempre le tuvo miedo a esa pregunta, desde entonces mi transformación el siempre me vio triste y malhumorado, así que cuando finalmente mi comportamiento cambió, el se sentí feliz por mí, aunque en el fondo él sabía que algo estaba pasando mal, que algo estaba mal.

Escuché pacientemente el hilo de sus
pensamientos, que eran un poco caóticos
demasiado para permitirme encontrar alguna sentido lógico en ellos, quería oírlo yo explique, quería que me dijera qué
estaba pensando con palabras que no
tendría que pescar en su cabeza.

- No quiero lastimarte, suspiró como si me rogara que me rindiera de mi pregunta

- Yo... necesito saber, Carlisle, por favor.

TU Y YO PARA SIEMPRE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora