𝔻𝕠𝕟 𝕔𝕠𝕞𝕖𝕕𝕚𝕒 ( 𝕔𝕪𝕟𝕠𝕟𝕒𝕣𝕚)

"Bancarrota"

Usualmente el guardabosques solía reprender al Matra cuando gastaba el mora en tonterías, pero ahora no está. No había nadie que se interpusiera en su camino para satisfacer sus caprichos. ¡Qué maldad!

—¿A dónde vamos primero Colleiga? - en los ojos del matra se notaba su entusiasmo.

—Ah, no lo sé, el maestro Tighnari no me deja gastar demasiada mora, tanto poder en mis manos...

—Conmigo no tienes que preocuparte de eso, mira una tienda de libros ¿Quieres ir a ver? - respondió el contrario apuntando a la tienda.

La menor asintió y sin prisa entraron, siendo recibidos por la vendedora.

—Hola, ¿Vende libros contra el cansancio? -preguntó el moreno.

—Si, pero están agotados.

La joven collei jura haber escuchado un redoble de tambores de algún lugar.

—¿Busca otro libro en particular, señor?

—Uh no, solo estamos aquí para ver.

Ambos continuaron su recorrido por la tienda, donde se podía apreciar una amplia variedad de textos, tales como libros académicos, recetas, enciclopedias, novelas y cómics.

—¿Algo que te interese Collei? -preguntó el albino mientras daba vueltas por las estanterías.

—Todo está costoso... - respondió con desánimo la peliverde.

—Collei ya te dije que no te preocupes por eso, yo pagaré todo

—¿¡QUÉ!? No, no, Cyno no tiene por qué hacer eso yo tengo mi propio dinero.

—Vamos Collei, solo por esta vez, no siempre tienes al general de la matra para comprar todo lo que quieras.

La joven aún seguía indispuesta a su oferta.

—Oye, que tal si le compro un libro también a Tighnari.

Será un regalo de mi parte para ambos - al decir esto finalmente la guardabosques aceptó.

—¿Qué libro le gustará a Tighnari?- preguntó el general

—La última vez el maestro me comentó sobre una enciclopedia, pero su precio era demasiado elevado para comprarla, si tan solo pudiera recordar el nombre.

Mientras la joven se esforzaba por recordar, el matra exploraba minuciosamente entre la multitud de textos hasta que sus ojos se iluminaron al encontrar uno en particular.

—¡Collei, Collei! - gritó con emoción con el libro en mano — ¡Mira, es perfecto!