𝔻𝕠𝕟 𝕔𝕠𝕞𝕖𝕕𝕚𝕒 ( 𝕔𝕪𝕟𝕠𝕟𝕒𝕣𝕚)

أقزام ألبينو

Bajo el frío manto nocturno, la villa se encontraba completamente sumergida la oscuridad. A diferencia de la tecnología avanzada de Fontaine, aquí no había luces que iluminaran el lugar. Solo se podían ver unas pocas velas aquí y allá, pero eso no era suficiente para alejar a los demonios de la oscuridad.

...

-Que hambre..- murmuró Tighnari mientras intentaba ponerse de pie. Se encontraba con el cuerpo adolorido y fatigado, mientras su mente se agitaba intentando recordar qué había sucedido hace horas. Lo último que tenía en su memoria era justo el momento en que Nilou comenzó a bailar.

Con mucho cuidado se levanto de lo que aparentemente era su cama -¿Cómo llegue aqui?- preguntó

El zorro observó alrededor de toda la habitación, todo estaba oscuro, aparentemente era de madrugada. Su estomago le rugia, no tuvo otra que dirigirse hacia la cocina , abrió uno de sus cajones donde contenía una pequeña vela la cual encendió para iluminar su lúgubre camino.

Un siniestro silencio reinaba por toda la casa, Cyno de seguro estaba dormido. con mucho cuidado se movió lentamente y con precaución de no levantarlo , consciente que su suelo de madera solia crujir con facilidad. Sin duda era un desafío.

Ya ha habido numerosas ocasiones en la que el zorro se levantaba a altas horas de la noche, pero esta resultaba indudablemente peculiar , el silencio se sentia sofocante ni siquiera los grillos sonaban , pero esto no era lo peor , podía sentir la presencia de algo o alguien siguiéndolo poniendolo nervioso, sus pelos se le comenzaban a erizar , percibiendo la existencia de la otra entidad detrás de él.

Pero no le dio importancia

...

Después de su tenebroso recorrido, finalmente llegó al lugar que tanto ansiaba. Sigilosamente, abrió una de las estanterías, por su avanzado olfato logro hallar una en particular donde se encontraba un manjar directamente traído de Fontaine, uno que ansiaba devorar más que cualquier otra cosa.

Una sonrisa de orejas a oreja de formo en su cara pero lamentablemente no duraría mucho .
Una mano fría, como tu abuela, tocó su hombro, provocando que la piel se le ponga de gallina. El ente se acercó cada vez más, quedando justo al lado de su rostro y susurró cerca de su oreja:

De aquella casa emergió un grito desgarrador, tan ensordecedor que resonó por toda la villa. Según los rumores, después de aquel suceso, Tighnari jamás volvió a comer Gansito en toda su vida.

Moraleja: no se coman gansitos ajenos o viene Cyno y se los coje