uno .♡

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gunwook creía que no era muy sensato cambiarse de colegio cuando estaba por cursar si último año, pero no podía ir a explicarle eso al jefe de sus padres, así que sólo se sentó en el asiento trasero del auto y escuchó la música que había guardado antes, deseando en su mente que aquella nueva ciudad no sea como la anterior. ni como la anterior a esa.

siempre fue difícil hacer amigos, demasiado ocupado con los trabajos y yéndose tan pronto como se hacía conocer entre los demás, nadie realmente lo recordaba o se molestaban en seguir en contacto. gunwook los entendía, de cierta forma.

pero todas aquellas veces escuchaba las palabras de sus padres que daban falsas promesas, gunwook sabía que no sería la última vez, y nunca trato de buscar una razón para que lo fuera, ya se había acostumbrado a tener que empezar su vida de cero cada que las cosas lo necesitarán.

sin embargo, había algo dentro suyo que le decía esta vez sería diferente. probablemente sólo se estaba volviendo loco, pero le gustaba pensar que estaba siendo positivo.

— buena suerte en tu primer día, wook. — su madre se despidió desde la sala, con el teléfono en el oído y sus ojos pegados en la pantalla de la computadora. gunwook asintió, despidiéndose con la mano antes de salir de la casa.

había decidido tomar el autobús, más que nada porque su padre a veces tenía que salir de imprevisto y utilizaba el auto, gunwook no quería depender de él en ese aspecto, así que días anteriores reviso toda la ruta, y tras perderse unas tres veces, finalmente encontró como llegar al colegio.

lo cual era sencillo, sólo que él olvidaba el número del camión que debía tomar.

pronto se dio cuenta que no era el único que parecía iba al colegio, mientras buscaba asiento podía ver demás gente con mochilas y que se veían de su edad, eso lo relajo un poco, así no se le olvidaba dónde debía bajarse. cuando finalmente se sentó fue a lado de un chico con gafas que estaba dormitando en su asiento, sólo lo miro de reojo.

gunwook había leído la noche anterior sobre el colegio, más que nada porque le gustaba saber las actividades que hacían, y descubrió que había clubes, cosa que lo emocionó un poco. siempre había querido entrar a uno, antes no lo hizo porque todos estaban llenos y él nunca llegaba a tiempo para inscribirse, pero en la página del colegio decía que tenían inscripciones abiertas todo el año, lo cual fue una muy buena noticia para el chico. habían muchos, de arte, música, ajedrez, deportes, incluso de teatro, pero el que le llamo la atención fue el de baile.

nunca se había enfocado realmente en esa habilidad, pero sabía que lo hacía bien, o eso decían sus padres, y le gustaba, así que no pensó dos veces cuando bajo del autobús y caminó hacia el consejo estudiantil, donde a parte de darle una "bienvenida" al colegio, también lo ayudarían con dudas. al llegar tomó un profundo respiro y tocó la puerta con sus nudillos, esperando que alguien abriera.

pasaron unos minutos y seguía sin salir nadie, así que volvió a tocar, pero nuevamente no salió nadie. frunció el ceño, pero cuando estaba por irse a preguntar a otro lado, casi tropieza con un chico que parecía iba justo hacia la puerta.

— ¡perdón! — mira con algo de pánico al más bajo. no quería hacer una mala impresión en su primer día.

el contrario no dijo nada, pero otra voz sí lo hizo. — ¿vienes al consejo? — gunwook desvío su vista del primer chico y la colocó en el que estaba a su lado, quien había hablado. asintió con la cabeza. — oh, ¿por qué sigue cerrado? otra vez llegó tarde... — gunwook pudo oírlo empezar a bajar su voz mientras se cruzaba de brazos y miraba hacia ambos lados del pasillo, buscando a alguien al parecer.

no sabe cuánto tiempo paso hasta que escucharon que alguien se acercaba a paso apresurado y con la respiración algo acelerada. gunwook se hizo a un lado al verlo acercarse a la puerta.

— ¿no deberías estar aquí a primera hora? ¿no se supone eres el presidente? — el chico de antes dijo, mirando con molestia al recién llegado.

gunwook pudo ver como viraba los ojos pero no volteo a verlo, no fue hasta que abrió la puerta y se giro para ver al chico. — no se supone, soy el presidente escolar. y, si se te olvida, tu eres el vicepresidente, así que también deberías estar aquí a primera hora.

hubo una pequeña pelea de miradas entre ambos, hasta que el chico con el que gunwook chocó antes carraspeo para llamar la atención de ambos. — ¿te olvidas que hay alguien esperando? — lo vio señalarlo, y fue así como la expresión de disgusto y molestia se convirtió en amabilidad pura.

— ¡oh, debes ser el nuevo! — dijo el chico que abrió la puerta, le entrego una sonrisa. — soy sung hanbin, presidente escolar. — remarcó la última palabra mirando de reojo al chico que seguía a su lado, el cual sólo viró los ojos, pero sin borrar la sonrisa de su rostro.

— yo soy el zhang hao, el vicepresidente, quien es igual de importante que el presidente.

gunwook estaba por saludarlos cuando hanbin lo interrumpe. — ¿en serio? ¿desde cuándo es así? — pregunta y gunwook puede ver el rojo de sus orejas, suponía que de molestia.

hao se cruzo de brazos y lo vio con una ceja alzada. — desde que el presidente no puede hacer bien su trabajo. — hanbin abrió la boca en indignación, y gunwook realmente pensó que estaban por pelearse en serio, pero alguien más llego, salvandolos de ese escándalo.

— ¿otra vez peleando? — una alta chica se acercó cargando papeles en manos, soltó un cansado respiro y paso por en medio de los chicos, haciendo que estos solamente se den una última mirada antes de seguirla.

gunwook parpadeo un par de veces, tratando de entender la situación, pero no se vio más opción que entrar por igual, siendo que a eso iba. se queda parado a un lado de la puerta, viendo como hanbin ayuda a la chica con lo que cargaba y hao acomodaba por igual algunas de las cosas que traía. gunwook miro a su lado y se dio cuenta que el otro chico ya no estaba ahí, cosa que lo sorprendió un poco, pero supuso se había ido a clase. así que, ahora sin su ayuda, decidió hablar.

— emm, ¿podrían ayudarme? — hanbin fue quien se acercó rápidamente.

— ¿es el nuevo? — la chica pregunto. hao asintió a lado , aún concentrado con los papeles. — soy kim minji, más que nada organizadora, sin mi estos dos no serían nada. — hanbin asintió con la cabeza, aunque algo apenado. — también seré tu guía esta semana, cualquier duda que tengas puedes decirme.

gunwook dudo un poco pero su emoción no lo dejo pensar mucho antes de hablar. — quería entrar a un club...

hao y hanbin lo voltean a ver al instante, después se miran entre ellos y después vuelven a fijar su vista en él. minji suelta un suspiro al ver esto, pero aunque gunwook parece confundido, no parece tener intención de explicar qué sucedía. la pelinegra se acerca y lo lleva a otro escritorio, ella se sienta y saca unas hojas, después levanta su mirada para verle.

— ¿sabes qué clubes hay o quieres que te muestre? — gunwook niega con la cabeza.

— lo sé, lo vi en la página.

minji asiente y vuelve su vista a las hojas. — bueno, dime cuál te interesa, aunque puedes ver primero la dinámica de los demás y después elegir, no hay prisa.

gunwook siente presión, o más bien, dos pares de ojos que lo ven a su espalda. no quería girarse y preguntar si sucedía algo, no quería verse grosero, pero aquello lo estaba poniendo más nervioso de lo que ya estaba. respiró hondo y bajo su vista a las hojas, después recordó la noche anterior donde investigo lo más que pudo sobre cada club, donde hizo su decisión.

— el club de baile es al que quiero entrar.

mientras minji escribía su nombre y otros datos, gunwook no se percato de la pequeña guerra que había comenzado detrás suyo.

tropiezos | gunraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora