dos. ♡

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taerae ve hacia la puerta del aula cuando esta se abre, dejando ver a hao. tras disculparse por llegar tarde, y dar una vaga mirada al salón, se acercó al asiento que estaba a su lado. su expresión muestra cansancio, pero también molestia, y taerae ya podía imaginar la razón detrás.

— ¿paso algo en el consejo? — pregunta en un susurro, sus ojos pegados en la pizarra mientras escribe lo que puede ver. hao saca su cuaderno y hace lo mismo.

hanbin pasó. — taerae reprime una sonrisa y agacha la cabeza para no ser visto por la profesora. hao se apoya en su escritorio y comienza a copiar lo que taerae tiene escrito. —... y el nuevo también.

el castaño frunce las cejas, mirándolo de reojo. — ¿qué pasó con el nuevo? — hao estaba por responder cuando la profesora decide empezar un trabajo en parejas, y ella era conocida por no dejar que se eligan entre ellos, entonces taerae sólo le dio una mirada apenada a su amigo y hao hizo lo mismo antes de ponerse de pie para ir hacia donde estaba su pareja por ese día.

no fue hasta el receso que pudieron juntarse otra vez, ahora ambos de camino a la cafetería para verse con sus amigos. desde que comenzaron con los clubes, inconscientemente se asignaron mesas entre ellos, a taerae le gustó eso cuando lo notó, así no tenía que estar buscando algún lugar vacío, pero hao no se vio muy contento por aquello cuando se dio cuenta que a tan sólo dos mesas estaba el club de baile.

pero sus quejas no hicieron nada, así que prefería ignorar ese lado de la cafetería.

— ¿cómo estuvo tu prueba, ricky? — hao se sienta delante del chico con su bandeja de comida frente a él.

ricky se encoge de hombros. — bien, supongo. — matthew, que estaba a su lado, da unas suaves palmadas en su espalda. — al menos sé que lo pasaré.

hao asiente, después esta por decirle otras palabras de aliento cuando una chica de cabello corto llega a su mesa con las cejas fruncidas.

— chae, ¿qué pasó? — ricky se hace a un lado para dejarle un espacio para sentarse. — ¿y tu comida?

chaewon es del club de música por igual, fue de las primeras en entrar, así que se hicieron grandes amigos.

— ¡esos idiotas! — gruñe a la vez que mira hacia la mesa donde los del club de baile estaban sentados. taerae puede ver que algunos de ellos ríen cuando conectan miradas, y sólo puede soltar un cansado suspiro cuando deduce lo que pasó.

— ¿otra vez con las bromas? — pregunta el castaño antes de beber del jugo que les habían dado.

chaewon asiente con la cabeza. — no sé qué pusieron en mi mochila que seguía haciendo ruido, el profesor creyó que era mi celular y me envió a dirección por eso. — hao frunce el ceño y mira otra vez hacia la mesa contraria. — estoy segura que fue uno de ellos, no pueden empezar siquiera el último año de forma tranquila.

taerae recuerda cuando hao le contó que su relación con los del club de baile no era precisamente amistosa, se odiaban. nunca supo realmente por qué, hao nunca se lo dijo, pero siendo su amigo, y realmente no importandole mucho los del otro club, siguió con aquel juego de tira y afloja. pero las cosas empezaron a ponerse más serias cuando las bromas entre ellos comenzaron, primero fue algo mínimo como esconder sus instrumentos o encerrarlos en el club de baile, pero pronto fue escalando hasta el punto en que ambos clubes terminaron en detención o limpiando el gimnasio después de algún partido.

cuando hanbin y hao se unieron al consejo estudiantil parecía que las cosas iban a mejorar, pero eso no hizo mucho cambio porque la disputa seguía.

— no podemos quedarnos así.

— creo que sería mejor ignorarlos... — hao voltea a verlo, y después los demás. taerae se encoge en su lugar. — chicos, se aburrirán si no les hacemos caso.

— si no respondemos, pensarán que tienen poder sobre nosotros. — hao hace una seña para que los demás se acerquen, inclinándose sobre la mesa. — hay que hacer esto...

taerae sólo escucha lo que dice y suelta un suspiro cansado, no realmente entusiasmado de seguir con aquella idea.

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gunwook se había presentado al club de baile después del receso, como minji le había indicado, y fue mejor de lo que esperaba. todos eran amables, y se sorprendió un poco al ver que hanbin era parte de este. a parte de ser el presidente escolar, parecía que también era el líder del grupo, ya que todos lo seguían.

conoció a los demás en ese momento; gyuvin era el más entusiasmado, hablándole sobre lo que hacían y los días que se reunían, jiwoong era el mayor, y aunque al principio fue un poco callado, pronto se desenvolvió con él y se junto a gyuvin. al final conoció a yujin, él era el único que era de un año menor, así que los demás lo trataban como si fuese su hermano pequeño.

ahora estaba revisando los días de club con gyuvin, a la vez descubriendo que los dos compartían clases, y eso lo emociono pues al menos ahora no estaría solo.

— ¿viste la cara de hao? — hanbin regreso al aula con alguien a su lado, era alto y tenía el cabello rojo.

gunwook giro con confusión hacia gyuvin. — él es yeonjun, es del club también. le gusta llegar tarde. — ambos rieron un poco ante eso, pero la risa paró cuando escuchó nuevamente lo que decían.

siguieron hablando, esta vez sobre hao, quien gunwook recordaba era el vicepresidente, y con quien hanbin parecía tener una mala relación. volvió a girarse hacia gyuvin, esta vez preguntando. — ¿por qué se lleva mal con hao?

gyuvin miro de reojo a hanbin y se acercó para hablarle al oído, tomando por sorpresa a gunwook. — es un secreto, a hanbin no le gusta que hablemos de eso. — gyuvin se alejó un poco y se encogió de hombros. — nadie lo sabe, pero él club de música y baile no se llevan bien. es lo único que tienes que saber.

gunwook asiente lentamente, sus ojos van hacia hanbin y después mira nuevamente a gyuvin. al terminar el día, tuvo que procesar que ahora tenía enemigos sin siquiera conocerlos.

tropiezos | gunraeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora