Capitulo 9. Ojos que no ven, corazón que no sufre

48 8 1
                                    

3 de Marzo, 2022.

T/n.

Dos semanas. Habían pasado dos semanas.

Cada día me levantaba con 80 mensajes que me negaba totalmente a leer, pero que por alguna razón no podía borrar.

Las primeras dos noches me dormí llorando. Las siguientes tres ya no lloraba, pero tampoco dormía. Luego, una semana después de ver a Cierra, mi tía llegó a casa con Luna de la mano. Había venido de visita. Y volví a sentirme bien.

Eso era algo especial de Luna. Me hacía olvidarme totalmente de lo que me dolía. Por eso agradecía tenerla de hermana menor.

-Apolo, no. -le saqué al perro la botella de plástico de la boca y la tiré en un cesto que estaba cerca. Luego volví a sentarme mientras lo miraba jugar con Luna.

Estábamos en el parque. Luna volvía a Argentina, y quería aprovechar mi último día con ella.

Sonreí mientras veía como Apolo le daba besos por toda la cara y ella arrugaba la nariz.

Sentí una mirada sobre la nuca y me giré. A unos metros, tratando de esconderse sin éxito, habían unos cuantos paparazzis.

-La puta madre. Luna. -la llamé y ella vino hacia mí-Tené cuidado, ¿si? Hay unos cuantos paps.

Luna solía decirles así desde bebé, y era una costumbre muy tierna que manteníamos hasta ahora.

Ella me asintió y siguió jugando con el perro, sin alejarse tanto de mí. Desvié mi mirada un momento y ví al castaño. Caminaba hacia mí, con la clara intención de hablar conmigo.

Tomé mi mochila con prisa.

-Luna, vamos. -la llamé.

Ella se acercó con Apolo y le puse la cinta de la correa al perro. La cargué en mis brazos y comencé a caminar, pero a penas pude dar dos pasos cuando sentí su mano tomar mi brazo.

-Hablar, es lo único que te pido.

Me giré para mirarlo.

-No quiero hablar contigo. Creo que te lo dejé claro en los 600 mensajes que no respondí.

-Por favor, T/n, necesito saber que hice mal. -sonó preocupado.

Lo miré casi sin creer lo que me estaba diciendo, pero tuve que mantener la calma porque tenía a Luna en brazos.

-¿Es en serio? -hice una pausa-Payton, no voy a hablar de esto en frente de Luna.

Ella tenía la cabeza apoyada en mi hombro, mirando detrás mío.

-Por favor. -me rogó-No lo soporto más.

-Payton, basta. -dije, harta de la situación-Estoy tratando de disfrutar el último día que me queda con ella antes de que vuelva a Argentina.

-Paps. -dijo Luna.

Me giré, y los paparazzis seguían ahí, espiando. Luego volví a mirar a Payton.

-Y no quiero volver a aparecer en una publicación de Entertainment Tonight contigo. -murmuré.

Y me fuí, dejándolo con la palabra en la boca.

-¿Quién era él? -me preguntó Luna, con el mentón apoyado en mi hombro.

-Nadie. -respondí tratando de que la voz no se me cortara.

Unas cuantas lágrimas se me escaparon y las limpié rápidamente.

Lloré el resto del día. Al llegar a la casa, a Luna le dio sueño así que subimos a mi habitación y la acosté en mi pecho. Lloré mientras me movía lentamente para que se durmiera. Lloré mientras ella dormía. Lloré cuando se despertó y tuve que decirle que eran alergias. Y lloré todavia más cuando ya tenía que irse.

Locos enamorados [Reescrita] [Payton Moormeier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora