Un Romance Inesperado

¿Solo un Evento?

Tan pronto como bajamos del auto, Alex fue el blanco principal de reporteros que no dejaban de tomar fotos, le pedían que se detuviera y poder tener un mejor enfoque. Por un momento pensé que lo haría, pero solo les sonrió, levantó la mano saludando para continuar caminando. Sentí como su mano se posó en mi hombro dándome un ligero empujón para que continuara caminando, tan pronto voltee ella me veía con una sonrisa, mientras yo moría de nervios.

Andrew ya nos esperaba acompañado de quien seguro era su esposa por la forma como ella abrió los brazos para recibir a Alex. Dejo un par de besos para ella.

—Cuando me dijo Andy que ya estabas aquí, pensé que me mentía. La tomo del brazo caminando a su lado. Andrew camino con Piper.

—Pues ya viste que no, aquí estoy.

—Porque te pierdes tanto Alex, todos te queremos mucho, te escondes, sabemos tan poco de ti. Hizo un puchero.

—Sheila, sabes que me gusta tener mi privacidad, además todos saben dónde vivo, y a que me dedico, más que suficiente.

—Bueno, bueno, respeto eso, siempre fuiste así. Alex detuvo su camino para esperar por Piper. —No me has presentado a esta hermosura, ¿es tu amiga? La pregunta tenía doble intención

—Si, es Piper Chapman, Piper, Sheila Smith. Sheila la miro de arriba abajo para después sonreírle.

—Envidio tu buen gusto y tu figura preciosa, un gusto Piper. Beso sus mejillas. —Las amigas de Alex son las mías.

—Gusto en conocerla. Saludo Piper.

—Un verdadero milagro que Alex aparezca, aunque hoy no es cualquier dia, hoy es un día muy especial..., Sheila se quedó pensando viendo fijamente a Piper. —¿Piper Chapman? yo a ti te conozco, estoy segura de haber visto tu rostro en algún lugar. Alex y Piper se vieron para después reír bajito.

— Te descubrió Pipes. Le dijo Alex bajito, riendo las dos.

—Sheila, amor, nosotros vamos a la cuarta fila, Alex estará en la segunda .

—Oh si, olvidaba, eres invitada especial, bueno querida, espero podamos vernos antes que regreses.

—No me lo perdería por nada del mundo, un gusto verte.

—¿Hay alguna diferencia en las filas? Pregunto Piper curiosa.

—Ya lo veras Pipes. Alex sonrió picara.

Piper esperaba un club como esos donde vas a pasar el día, con mesas con paraguas, camastros, y en medio una gran alberca. El lugar era una cancha de tenis, de inmediato fueron escoltadas a donde serian sus lugares. Ya instaladas, todos volteaban a saludarla, la sonrisa de Alex no se borraba, y se ampliaba aún más al ver el rostro de Piper. De pronto todos empezaron a ponerse de pie. Primero aparecieron tres niños, dos chicos y una adorable nena. Piper al verlos les sonrió, después vio como cada uno de los presentes hacían una especie de reverencia a una joven que apareció a lado de un chico alto. Piper solo imito el movimiento de Alex.

Tan pronto como se percató quienes eran no pudo más que apretar el brazo de Alex, quien al voltear a verla susurro.

—¿Entiendes ahora la diferencia en las filas Pipes?, estamos justo atrás de la realeza....

Piper aun no podía creer donde se encontraba, Alex solo le dijo que tenía un evento, pero nunca uno tan...., así. Pero si ella misma se lo había dicho, solo se otorga a los invitados especiales. Piper volteo a verla, que tan especial eres Alex. Se pregunto, y esa misma pregunta fue respondida tan pronto termino de formularla. En medio de la cancha, la cual estaba cubierta con una alfombra roja, apareció un hombre algo mayor, le otorgaron un micrófono, saludando primero a la realeza y después a los presentes. Inmediatamente después soltó un discurso sobre las deportistas más destacadas y a las cuales se les otorgaba un premio por haber demostrado un excelente nivel de deportividad de acuerdo a los objetivos del Club Internacional. Ese premio tenía un nombre. La voz del australiano Rob Javer quien era una leyenda del tenis y en su tiempo también había recibido esa distinción, al igual que muchos otros. Alexandra Vause, fue el nombre que se escuchó en todo el club. Piper volteo para ver como Alex se ponía de pie.