Un Romance Inesperado

Quiero que vivas conmigo

En todo el camino al departamento de Kassandra Megan no dejaba de hacerle preguntas sobre Piper, mientras más información escuchaba, se daba cuenta que era mucho mejor que ella. El solo hecho de ser una mujer exitosa le producía demasiado coraje y envidia, pero lo que la estaba realmente enloqueciendo era el enterarse que Alex solo tenía ojos para ella.

Kassandra notando su furia agregaba cosas de más incrementando el odio hacia la rubia.

—¿Aun quieres que te diga más?

—¡No! En estos momentos lo único que quisiera es tenerla frente a mí, demostrarle que tan pronto Alex me vea ella pasara a un segundo plano.

—¿Tan segura estas? Sonrió burlona.

—Conozco a Alex, ella volverá a mí, y esa mujer solo será una simple aventura.

—Si tu lo dices....

Iban tan metidas en su platica que no se percataron del vehículo que las seguía. Tan pronto aparcaron en el estacionamiento, el auto se detuvo estando muy al tanto de todos sus movimientos. Al entrar al edificio, el hombre les dio alcance quedando a escasos metros de ellas. Ni Megan ni Kassandra le dieron importancia cuando entro junto con ellas en el elevador. Megan era quien en todo momento seguía hablando del mismo tema, mencionando en todo momento a Piper como la intrusa que se metió en su relación. El tipo no perdía detalle de la conversación. Al dejar el elevador, el sujeto también lo hizo dándose perfectamente cuenta donde se metían; anoto el número del departamento para de nuevo entrar al elevador y salir del edificio.

Alex y Nicky caminaban justo atrás de Lorna y Piper. Después de haber tomado el desayuno decidieron visitar Lucerna.

—Sabes Nicky, puedo decirte sin temor a equivocarme que Pipes es el amor de mi vida.

—Yo sabía que estabas en el lugar y con la persona equivocada Vause, así como también se lo dijimos a Chapman.

—Los tiempos son exactos Nicky, ella apareció en el momento que debía llegar a mi vida.

—Tanto tu como esa rubia se merecían conocer; Lorna y yo siempre lo supimos. Alex la vio sin comprender. —Que ustedes estaban destinadas a encontrarse y si no, nosotros seriamos el puente que las conectara, y funciono....

—Trajiste la crema para Nicky. Pregunto Piper

—Claro, esta vez vengo bien preparada.

—Si, yo también, Alex tiende a quemarse muy rápido.

—¿Eres feliz Piper?

—Demasiado Lorna, Alex se coló por una rendija que había olvidado cerrar.

—Me alegro que no la hayas cerrado, Nicky y yo estamos demasiado felices por ustedes.

—El amor que siento por Alex nunca lo había sentido por nadie, ni por..

—Claro que no, eso no era amor Piper, estabas deslumbrada, pero tenías que darte cuenta por ti misma, Alex es una persona maravillosa, así como tu...

—Hola chicas, las podemos acompañar. La voz de Nicky les provoco risa.

—No señorita, estamos comprometidas, lo siento, siga su camino. Respondió Lorna.

—Anda solo un ratito, ¿sí? Nicky insistió con Lorna. Alex hizo lo mismo con Piper.

—Hola rubia, que llevas ahí, ¿te ayudo?