Un Romance Inesperado

Piper será Mía

El paseo por la playa termino cuando el solo estaba por ocultarse, llegaron al chalet algo cansadas y hambrientas, tomaron una ducha que se alargó por algunas horas, entre besos y caricias no se percataron de la hora que era, hasta que entro el mensaje de Sheila fue que recordaron la invitación a cenar con ellos.

 Entre risas, se vistieron rápidamente, Alex fue quien bajo primero para notar que afuera ya se encontraba Armando, el chofer esperando por ellas.

—Los señores las esperan para cenar. Le dijo al pie de la puerta.

—Si, enseguida vamos. Alex subió encontrándose con Piper que ya se encaminaba rumbo a las escaleras.

—Ya llego el chofer por nosotros. Alex la detuvo un momento. —Espera. La tomo por la cintura pegándola a su cuerpo. —Hace como cinco minutos que no te he besado. Piper le sonrió, paso sus brazos por su cuello.

—Demasiado tiempo. Juntaron sus labios en un beso que las invitaba a no salir a ninguna cena.

—Si no fuera por que son Andrew y Sheila quien nos espera, en este momento cancelaba la cena. Le dijo Alex con la respiración algo agitada.

—Tengo hambre, pero no de comida. Piper le sonrió con picardía.

—Mantenla para cuando regresemos. Le dio un ultimo beso, la tomo de la mano para bajar....

—Pensamos que nunca llegarían. Andrew las recibió con un caluroso abrazo.

—Una disculpa, salimos a pasear por la playa y regresamos algo tarde. Caminaron dentro de la casa, Andrew se colocó en medio de las dos para llevarlas dentro.

—Aun es temprano, tomaremos una copita antes de cenar. Andrew y Alex voltearon a ver a Piper.

—¿Oigan por qué me ven? Se echaron a reír por la cara que puso.

—Te prometo que esta vez es un vino muy, pero muy suave, y solo te daré una copita.

—Y si son dos no pasa nada, tengo quien me cuide. Piper miro a Alex quien le guiño un ojo. Llegaron a la salita, Sheila apareció con un mandil puesto.

—La cena esta lista, que bueno que llegaron. Saludo a Alex y Piper con un beso en la mejilla. —Prepare tu platillo favorito Alex, Köfte. Alex volteo a ver a Piper, ambas se sonrieron....

—Delicioso Sheila, tenía tiempo que no lo comía. Mintió dulcemente.

—Coincido con Al, muy rico, creo que también será mi favorito. Sheila se puso feliz.

—Awww Piper, gracias, alguna vez llevamos a Alex al restaurante del señor Ayhan, el mismo me dio la receta, solo esperaba un momento especial para prepararla y que mejor que el tenerlas con nosotros. Andrew le tomo la mano.

—Dices bien amor, creo que este día no lo olvidaremos, ¿verdad chicas? Andrew les sonrió con un poco de malicia.

—Definitivamente que no. Respondió Alex volteando a ver a Piper.

Alex no ocultaba el interés que sentía por la rubia, ni Piper tampoco, el amor que sentían la una por la otra flotaba en el aire, ni Andrew ni Sheila tenían que preguntar nada, lo podían ver. Alex confiaba plenamente en su discreción, aun así, siempre mantuvieron su distancia la una de la otra, en ningún momento se mostraron amorosas o se tomaron de la mano frente a ellos, aunque en morían por hacerlo, ya tendría tiempo de eso y más, la espera valía la pena.

Alex siempre estuvo muy al pendiente de que Piper no bebiera de más, la misma Piper rechazo muy sutilmente la segunda copa de vino que le ofreció Andrew. Prefirió tomar el te que Sheila sirvió.