Si Quiero

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Una brisa leve movía las cortinas de la habitación donde dormían plácidamente Alex y Piper, el brazo posesivo de la rubia y una de sus piernas se encontraban sobre el cuerpo de Alex. Lentamente abrió los ojos para ver la boca semiabierta de Piper, una sonrisa apareció en sus labios, con uno de sus dedos aparto un mechón rubio que caía sobre su rostro, dejo un beso en su frente para después abrazarla y pegarse más a ella. Dejo escapar un ligero suspiro, pensando en lo maravillosa que se había convertido su vida al conocerla.

Sus pensamientos volvieron a esos días que pasaron juntas en la casa de la playa, todos esos días que compartieron y como se fue enamorando hasta el punto de no querer apartarse ni un día más.

—Buenos días. La voz de Piper interrumpió sus pensamientos.

—Buenos días mi amor, ¿dormiste bien?

—Contigo a mi lado, mejor que nunca. Le dejo un beso en los labios.

—Yo también. Acaricio su espalda con ambas manos. —Así es como quiero despertar todos los días, abrir mis ojos y verte pegada a mí.

—Si quiero. Dijo Piper, Alex la miro confusa. —Ayer me dijiste que quieres que viva contigo y si quiero, saber que todos mis días serán como este, es el mejor regalo que la vida me está dando.

—Nos está dando cariño, porque también lo estoy recibiendo yo, te amo Pipes no te imaginas cuánto.

—Mi imaginación es tan basta que quizás pueda darme una idea porque siento lo mismo que tú, también te amo.

—Entonces señorita Chapman debo hacer algunas cosas, primero ir a mi casa, después debo ir a la empresa, y luego...Le sonrió picara.

—¿Luego? Piper la miro curiosa

—Luego vendré por ti para ir a cenar.

—Tantas horas sin verte, moriré. Fingió drama, Alex rio al verla.

—Y yo estaré ansiosa por que llegue la hora de ir a cenar, y desayunar juntas. Piper entendió el mensaje.

—Está bien, te dejo ir solo porque que tienes que atender tu empresa y desayunaremos juntas.

Ambas se levantaron. Se despidieron en medio de besos y arrumacos, aunque ninguna de las dos quería separarse prometieron estar comunicadas en todo momento...


Alex salió feliz del departamento sus pensamientos solo se enfocaban en una sola cosa, el que Piper y ella estuvieran viviendo juntas, desde la noche anterior una idea se apodero de ella la cual moría por contársela a quien ella más quería aparte de la rubia, y esa era Diane, su madre. Espero llegar a su casa para llamarla, pero eso no sería necesario, se llevaría la sorpresa al encontrarlos ahí.

Al bajar del auto se detuvo al notar como algunas ventanas se encontraban abiertas, camino despacio recordando si había olvidado cerrarlas, y no, estaba completamente segura que todo había quedado cerrado. Avanzo con maleta en mano, metió la llave y abrió despacio, por seguridad fue a la cocina y tomo lo primero que encontró, un sartén como arma. Estaba por subir cuando escucho que alguien abría una puerta, de inmediato se escondió tras la puerta en la cocina, al sentir los pasos y como se aproximaba levanto el sartén. Lee entro despreocupado, el grito de Alex lo asusto.

—¡¿Papa?! Lee dio un brinco llevándose la mano al pecho.

—¡Joder Alex! Me asústate, por poco me meo en la pijama. Alex dejo el sartén y lo abrazo.

—Yo pensando que era un ladrón; ¿cuándo llegaron? Le dio un beso en la mejilla.

—Ayer por la mañana, ya vez como es tu madre, está ansiosa por conocer a la chica que te robo el corazón. Alex sonrió. —Y bueno de paso yo también, Diane tenía razón, se te nota lo enamorada; ¿y ese sartén?

Un Romance InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora