Malas Noticias

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Tanto Piper como Alex apenas si durmieron un poco, Piper se quedó dormida pensando en su comportamiento tan infantil celando a Alex de una mujer que era su pasado. Alex pensando como Megan pudo haber cambiado tanto, pero sobre todo se regañaba mentalmente el no haber hecho caso de sus amigas que siempre se lo dijeron y ella simplemente lo dejaba pasar. Y ahoratemía que le hiciera daño a Piper. Finalmente se quedaron dormidas en medio de sus pensamientos sin siquiera imaginar lo que les esperaba al despertar.

Megan por su lado disfrutaba con lo que había hecho, imaginando la sorpresa que se llevaría Alex al ver su adorado auto completamente dañado. En sus pensamientos imaginaba el que Alex volvería a ella rendida a sus pies como lo hacía cuando ella regresaba.

Kassandra por su lado fingía dormir, solo la escuchaba como caminaba de un lado para otro, por momentos la escuchaba hablando como si Alex estuviera a su lado, Aun no podía entender su comportamiento, primero el lanzar la piedra y luego el dañar el auto de Alex, ¿es que acaso se volvió loca? Por primera vez sintió miedo, esa que estaba ahí no era la Megan que conocía, la que nunca le importo nada más que ella misma. Cuanta culpa sentía en ese instante al aceptar que fue ella misma quien la incito a que volviera, como la presiono diciéndole como Alex estaba con otra, ahora es que reconocía su culpa y lo peor de todo es que podía darse cuenta que Megan no se detendría hasta conseguir de nuevo a Alex...


—Buenos días. Alex beso la frente de la rubia.

—Buenos días, ¿Qué hora es? Pregunto sin siquiera abrir los ojos.

—Faltan algunos minutos para las ocho, aun es temprano. Piper se abrazó al cuerpo de Alex.

—Tengo mucho sueño.

—Es comprensible apenas si dormimos un par de horas, tu sigue dormida, yo iré a casa y después pasare un momento por la oficina, regreso más tarde. Intento levantarse, pero Piper la detuvo.

—Espera,  siento mucho mi comportamiento, me porte como una puberta celosa. Alex sonrió dejando un beso en sus labios.

—Si te dijera que te veías hermosa así, toda celosa, ¿me creerías?

—No.

—Pues créelo, te ves endemoniadamente hermosa. Le estampo un beso.

—¿No te importa que sea celosa?

—Me encanta que lo seas. Se levanto de la cama para vestirse. Piper hizo lo mismo. —Pero no te levantes, duerme un poco más.

—No podría dormir si tu no estas conmigo, además tengo que llamar a mis padres quiero saber cuándo llegaran. Alex termino de vestirse, Piper se puso una bata, salieron de la habitación tomadas de la mano.

—Vendré lo mas pronto que pueda, podemos ir al restaurante de las chicas a comer, ¿te parece? Piper asintió con una sonrisa.

—No tardes mucho que ya te extraño. Se dieron un corto beso, Piper la acompaño hasta la puerta, fue ella quien noto el daño en el auto de Alex. —¡Alex! ¡tu auto! Al voltear, Alex quedo sorprendida, no podía dar crédito a lo que estaba viendo...

—¡Maldita sea! Se acerco al auto, puertas y cofre totalmente dañado. —Pipes, tengo que irme, te llamare tan pronto pueda. Le dio un corto beso, subió a su auto enfurecida, no solo por el hecho de ver su auto dañado sino por el valor que significaba para ella, ciertamente no era un auto último modelo, pero representaba uno de los últimos trofeos ganados y el cual le fue otorgado cuando se despidió de las canchas.

Las malas noticias no solo se presentaban para Alex, Piper también recibiría una que le haría pensar en abandonar Suiza y regresar a Boston.

Tan pronto como entro de nuevo a su departamento su teléfono empezó a timbrar, al ver que se trataba de su madre se apresuró a contestar.

Un Romance InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora