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Tomioka siempre pensó que no ser notado, para nada, era lo mejor que podía pasarle. Para un ser introvertido como él, pasar de ser percibido parecía una bendición.

Hasta ese momento.

Porque si es alguien que pareciese invisible siempre existía una persona que lo veía en los momentos menos oportunos, véase, Sabito entrando por casualidad a la misma cafetería que donde él y Rengoku se encontraban, dónde claro, se agarraban de la mano y sospechosamente estaban muy cerca el uno del otro, y como si la vida fuera una especie de fantasía el sol entraba por la ventana dando directo hacía ellos diciendo "mírenos, aquí estamos, para nada raro". Suerte.

Que decir, un plan simple podía escalar hasta volverse una bola de nieve capaz de aplastar a todos por su paso.

Giyuu era así de pesimista.

— Podemos provocarle celos ¿sabes?— su acompañante menciona sin más, acercando su mano a los labios dejando un suave beso.

La sangre se acumula por completo en si cara antes de retirar rápido su mano de manera exagerada y decir con la voz aguda— ¿Qué haces? ¿Cómo crees?— Giyuu busca con la mirada al de cabellos cobrizos solo para observar cómo este es ignorante a su presencia, enfrascado en los postres del mostrador.— ¿Y si nos veía?

Risas.

— Quiero ayudarlos, en las películas suelen hacer esto.

— Y en las películas hay dramas innecesarios— recalca.

— Funcionan.

— Son ¡películas!

— Mira, Tomioka, puedo apostar mi corazón entero que entre ustedes dos lo único que hace falta es poder hablar las cosas, no entiendo porqué no lo hacen— alza los hombros, ladra la cabeza y una mirada traviesa adorna sus ojos— así que, de una u otra manera los voy a obligar a romper ese hielo, quiero que hablen, y tu quietes hablarlo, él quiere hablarlo, el mundo necesita que se hablen, sigue mi plan a la par del tuyo, entonces la mayoría de tus planes se solucionarán.

El gato se había comido su lengua, eso hubiera querido decir.

Tomioka volteó de nuevo para observar a Sabito, quién ahora se encontraba hablando con la linda mesera regalándole una de sus mejores sonrisas.

— Tienes razón ¿pero qué me asegura que él no se va a alejar?— murmura— tengo tanto miedo de espantarlo, arruinarlo, que la cosa más insignificante como encontrar una cuenta random, se ha vuelto un problema enorme.

— Giyuu mi amigo— Rengoku lo mira con ojos de comprensión, volviendo a tomar su mano— somos adolescentes, para los ojos adultos podrá ser insignificante pero lo estás sintiendo, tú lo estás viviendo, si es algo que te preocupa ¿por qué minimizarlo? — "es cálido" piensa— no solo encontraremos esa cuenta para apaciguar tu malestar, saldrás con novio también— suelta su mano y cruza sus dedos besándolos prometiendo— lo juro.

Una risa sale desde lo profundo de su pecho. Tomioka se siente en confianza ahora.

— Te escucho entonces.

Diciendo esto, observa por última vez a Sabito, quién cruza la puerta sin saber lo que espera.
.
.
.

Pasar por Sabito en las mañanas de camino a la escuela era rutina, encontrarlo justo en la esquina de la parada de autobuses es algo que no podría parar de hacer.

Sumar un tercero es raro.

— Kyoujuro— la voz de Sabito es una mezcla de sorpresa y algo más que no puede descifrar— qué alegría.

Ah. Sarcasmo.

— Pensé que sería agradable incluirlo, me comentó que vivía cerca y dije ¿por qué no?— Giyuu intenta no sonar paranoico.

— Últimamente se te ocurren muchas cosas.

— Yo creo que fue una gran idea, gracias por invitarme— salta Rengoku tomando su brazo mientras caminan a la escuela, empezando a platicar de cosas que, genuinamente, ha perdido el hilo.

Observa de un lado a otro. No puede evitarlo, siente un tipo de tensión que nunca antes había sentido.

Tomioka se siente incómodo a lado de su mejor amigo.

Y siendo sinceros, no sabe como no sentir eso. Rengoku le había explicado su plan de "celos" inocentes donde nadie saldría herido y a cambio que él lo dejara intentarlo, encontraría la cuenta de twitter del chico y revelarían sus más oscuros secretos (a este punto Tomioka le dió un golpe diciendo que sólo él lo leería).

— Te perdiste por completo, Sabito se fue.

— ¿Qué?— recupera sus cinco sentidos para encontrarse en las puertas del colegio.

— Comentó que te vería en el almuerzo pero no parecías muy entusiasmado.

— Disocié— una pena lo consume— le enviaré mensaje de igual manera.

— Okay, claro— Rengoku suelta por fin su brazo— debería irme igual, pero te veré en el almuerzo para que no me extrañes tanto.

— Muy gracioso Ren— pero la sonrisa que se le forma parece darle la suficiente satisfacción— también te enviaré mensaje.

Con eso, el primer día de este plan inicia.

Giyuu
Heyy, perdón si te ignoré
desconecté por completo
nos vemos en el almuerzo si?

Sabito
claro

.
.
.

tengo insominio. pasaron que? dos años? probablemente la mitad se haya ido jjj pero bno, yerba mala nunca muere.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2023 ⏰

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