SabitoInLove [SabiGiyuu]

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Se acerca lentamente a Rengoku quien simplemente estaba ahí, parada mirando a la nada con una gran sonrisa y unos ojos enormes. Tragó saliva porque en serio, hablar con otros no era su fuerte.

Pero esa espina de curiosidad que tenía era mayor a todo. Lo más seguro es que preguntándole a Sabito todo sería más fácil pero bueno, él amaba complicarse a la vida de diferentes maneras. Todo podría ser más fácil si dijera las cosas tal y como las sentía.

Solo que tenía miedo, y mucho.

— Tomioka— Saluda el chico frente a él.

— Hola— Dice algo bajo pero lo suficiente para que se escuche, traga saliva un par de veces— me preguntaba...

— Antes que nada— Interrumpe agarrándole de los hombro mostrándole una pequeña flor — ¿acaso no es hermosa?

La cara de Giyuu queda entre "¿qué demonios?" y un "si, es preciosa".

Tener cerca a Rengoku es algo incómodo, sobre todo porque lo está abrazando.

Se remueve un poco para lanzar la pregunta.

— ¿Tienes twitter? — Pregunta haciéndose el loco, como si le pudiera atención a la flor cuando su mente divagava.

— ¿Eh?

El viento entonces se azota haciendo que la tierra entre a sus ojos volviendo los llorosos, intenta caminar ciegamente. Termina chocando con su compañero y está totalmente avergonzado. Espera que nadie los esté viendo porque la gente es demsaido chismosa y para su conveniencia armaba escándalo por todo.

Claro que, Sabito podía ver todo desde la ventana de su aula.

Tomioka alza la vista aún llorosa — Creo que no veo.

Kyoujuro lo mira alarmado, tomando su brazo adentrándolo al edificio.

Para su sorpresa, Sabito ya está ahí esperándolos y mirándolos dee una extraña manera que Rengoku sólo puede asentir y alejarse rápido de ahí. Luego terminaría de contestar lo que Giyuu quería saber. Si no estaba al rededor su mejor amigo obviamente.

— Creo que es una señal divina — Murmuró tallandose los ojos con el agua de la llave, Sabito lo había guiado al baño sin decir una sola palabra, así que Giyuu asumió que seguía con iel die puntas rojizas— perdón por la pregunta de cualquier manera.

— ¿Qué pregunta?

Tomioka detiene un segundo su lavado antes de contestar, pero continúa con normalidad evitando decir algo que lo delate.

— Si podía ayudarme con una tarea.

— ¿Por qué no me preguntaste? Llevamos técnicamente lals mismas clases.

Suspira — No quería molestar mucho, y lo vi ahí parado.

Se escuchan pasos de aquí para allá, sabe que a incomodado a su amigo. O que éste sospecha que no le están diciendo la verdad.

— Eres pésimo mentiroso— finalmente habla.

— Déjalo, no es importante, en serio.

Un murmullo se escucha sin embargo, no logra entender que ha dicho. — La traición.

— Eres un dramático— Contraataca, lo mira a través del espejo, sus ojos siguen irritados y rojos pero puede verlo claro, la luz que entra por la ventanilla del baño lo hace resplandecer — Te invito un café como recompensa.

Sabito sonríe y le recuerda a un gato— Y un postre— camina a la puerta, se detiene— te espero en la salida.