SabitoInLove [SabiGiyuu]

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Su supuesto infalible plan había fallado. Bueno, la vida tal vez así lo quería.

Lo único positivo de esto era que ahora tenía a Sabito enfrente de él, sonriendo, mientras tomaba una malteada de chocolate aunque el había dicho café. Pero el de pelo damasco siempre lograba salirse con la suya. Y a Giyuu no le importaba cumplirle alguno que otro capricho.

El de ojos lavanda miró por un momento a Tomioka y luego giró su cabeza a la televisión que estaba en la cafetería.

— Este programa no es tan entretenido— dice como niño pequeño mientras hace una mueca.

— Solo ponme atención a mi entonces— soltó Tomioka como si nada, para luego ponerse rojo hasta las orejas.

Sabito rió, sacando su celular para tomarle una foto.

— Me la guardo.

Giyuu solo suspiro mientras tomaba el café que tenía frente a él. Su cabeza realmente andaba por las nubes intentando conseguir el usuario de su amigo porque el chisme le carcomia por dentro. No eran tan chismoso en sí, o metiche, es solo que, su mejor amigo de quien está enamorado le estaba ocultando algo y eso hacía tambalear su confianza.

— ¿Tienes twitter?— preguntó.

Sabito lo examinó como si la pregunta fuera una trampa — algo así— responde al final— realmente solo lo uso cuando Shinobu me envía algún tweet por ahí— se encoge de hombros.

El otro se quedó callado.

— Ya veo.

Suspiró volteando de nuevo a la ventana, su corazón solía acelerarse cuando Sabito mencionaba a otra persona porque él se sentía reemplazable. Já, tenía que trabajar en esa autoestima.

Igual se sentía algo mal que él no fuera tan apegado a las redes como para enviarle memes a su amigo como él lo hacía.

A él simplemente le gustaba practicar deportes y tener sus citas de picnic con sus amigos.

Más con Sabito.

Si podía, solo con Sabito.

— Hoy actúas muy extraño.

— Estoy normal— vuelve a encogerse de hombros— realmente sigo pensando en el favor que le había pedido a Rengoku, tal vez le mande mensaje llegando a casa— mintió.

— Compartimos clases y no me puedes pedir el favor a mí— responde algo molesto— si ya no me quieres solo dilo.

— Dado que es la única clase que no compartimos y-

— ¡Tampoco la compartes con él!

— Tenemos al mismo profe.

Sabito se resigna y cruza sus brazos.

— A veces me preguntó porque eres tan dramático— lanzó el comentario sin verlo, solo mirando su café— técnicamente eres la única persona que quiero en mi vida.

Las mejillas de Sabito tomaron un fuerte color rojo.

— Eres muy cursi, no sé cómo no consigues novia— Sabito dijo un poco nervioso y sin ánimos.

— No es lo mío.

— ¿Eh?

— Olvidalo ¿ya terminaste? Tu familia me empezará a odiar si no apareces antes de las seis.

— Te adoran.

Giyuu sonrió— Y yo a ellos.