12: Nuevas formas crecen

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Mientras subia y se secaba, escuchaba abajo a Matias tarareando una canción y calentando el agua para el mate. En el pecho sintio una especie de calidez, le alegraba poder ampliar su circulo social, y mas le alegraba la rapida confianza que le habia tomado a ese chico. Pero habia algo que estaba dudando ¿debia ser sincero al contar lo de su semana?
Sí, había tardado tanto para ser sincero con sus amigos, pero al mismo tiempo quería ser honesto con Matías, estaba harto de las mentiras.

- Agarra cualquier remera y bermuda que haya por ahí.- gritó desde abajo.

Se puso las primeras prendas que encontró y mientras se sacudia el pelo, aún húmedo, bajó las escaleras.
Matías ya estaba con otras prendas por lo que supuso, tenía abajo.

- Ahora sí, a tomar unos mates y charlar bien.- decia Matías mientras cambiaba de música y le bajaba el volúmen.

- ¿Y vos cuando me contas algo tuyo eh?

- Cuando quieras, pero ahora deja de esquivarme las preguntas y contame que onda.

Mauro comenzó a contarle todo, hasta el más mínimo detalle, en algún momento del relato se dió cuenta que se estaba abriendo más de lo que se había abierto con sus amigos y eso era algo raro de él, pero Matías lo miraba a los ojos, asentía, le pasaba mates y lo escuchaba tan bien que no se pudo permitir menos .

- Pero nada ahora las cosas se mejoraron un poco pero siempre está la sensación esa de que en cualquier momento puede surgir un imprevisto.- decía Mauro finalizando.

- Obvio es re válido, es una enfermedad de mierda y cuesta sacarla pero hay que saber que no es imposible, menos con toda la tecnología y eso que hay ahora. Pero me imaginó que es desgastante.

- Si la verdad que sí, ni siquiera es que yo no quiera cuidarlo o lo que sea, pero son muchas horas y es cansador, además yo me vivo preocupando por todo, mi mente esta 24/7 reprochandome que cosas debería hacer mejor y eso es peor para mi.

- Te entiendo pero también tenes que acordarte que sos un pibe, no te digo que si no te sentis bien salgas todos los findes o lo que sea, pero permitite vivir las cosas que viven los chicos de tu edad sin sentir culpa. Pensa que eso es lo que quiere tu papá, que tu vida no se frene por su enfermedad, y en unos años vos también te lo vas a agradecer, por disfrutar tu juventud. 

- Serías muy buen psicólogo Spallati, yo me atenderia con vos.

- Si no nos conocieramos, podrías. Sino dudo que ses ético. 

- Ah y ¿por qué? Yo ni idea de esos temas.

- Creo que no debes tener ningún tipo de vínculo con tu paciente, ni antes, ni despues ni durante, porque puede afectar la forma en la que ves los problemas del paciente.

- Tiene sentido, bueno entonces no iría con vos para ser ético pero te pediría muchos consejos.

- Cuando quieras.

Pasaron la tarde entre muchos mates, muchos bizcochitos, y mucha charla. Mauro pensaba pero no podía siquiera recordar la última vez que se sentía tan desconectado de su realidad en una juntada.
Para Matías era raro el hecho de haberse llevado tan bien con el chico, si bien era una persona extrovertida, nunca se había juntado a hablar de sus problemas con conocidos recientes, a veces ni lo hacía con sus amigos mas cercanos.

Cuando Mauro salió por la puerta principal, hubo una sensación que lleno ambos pechos, era algo así como extrañarse pero recién se había ido. Aclararon completamente esos pensamientos absurdos.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2023 ⏰

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