𝑰𝑵𝑭𝑰𝑵𝑰𝑻𝑶 [𝑺𝑨𝑻𝑶𝑹𝑼 𝑮𝑶𝑱𝑶 𝑿 𝑻𝑵]

04

"Diosa mía..."

—¿Suguro...?— preguntaba TN de manera tímida y temerosa al oír esa voz masculina, esa voz, esa voz tan ronca resonaba en sus oídos.

𓆝 𓆟 𓆞 𓆝 𓆟

—¿Te encuentras bien...?— la pequeña niña se agacho a la altura de aquel niño para ver la raspada que tenía en la rodilla.

Este, tenía indicios de aver llorado por el dolor, aquella niña le sonreía dulcemente y soplaba a su herida para calmar su ardor.

—No llores, si lloras no podrás jugar—

Sus pequeñas mejillas blanquecinas estaban rojas, por aquel intenso frío de la temporada, y por aver llorado tanto.

—El hielo ayudará a calmar tu ardor— puso un poco de nueve en su sueter y lo envolvió poniéndoselo a Satoru, para que no quemara la piel del pqueño.

—!Pero! tu sueter... tiene sangre— decía triste  Satoru.

¿Quien era ella...?. Acaso, ¿no le tenía miedo a Satoru por qué la iba a matar?
A pesar de ser venerado por todo el mundo, el pequeño satoru resivia rechazo por parte de sus amigos, le tenían miedo.

Pero ella... ella era distinta.

—Waow... tus ojos son hermosos— esa niña estaba perdida en los ojos a mar de Gojo.

Pero el, estaba perdido en los ojos galácticos de ella...

—¿Como te llama pequeño copito de nieve?—

"¡¿Copito de nieve!?"

—Gojo... Satoru— tartamudeaba el pequeño.

—¿Jugamos... Sato-chan?—

Un día, fui a ver al prodigio de la familia gojo para burlarme de el.
Nadie, había notado mi presencia, ni mucho menos me había visto con ojos sospechosos.

Ese día bebí demasiado, terminé en una calle desconocida, casi fuera de la ciudad.
Se oía a pocos metros, el llanto de un bebé.

"¿Megumi...?"

Entre aquella casa, había maldiciones por donde sea protegiendo aquel niño que lloraba, a su lado estaba otro pequeño de unos 8 años que la cuidaba.
Pero...
En un abrir y cerrar de ojos.

Las maldiciones, estallaron.

La pequeña reía como si fuera lo más normal del mundo. Cuando miré sus ojos

"¡Los ojos de Dios!"

—Era solo una leyenda...— aquel hombre callo al suelo con miedo incandose ante la pequeña.

—"Zen'in"—

El ojiazul oía asustado aquella voz.