𝑰𝑵𝑭𝑰𝑵𝑰𝑻𝑶 [𝑺𝑨𝑻𝑶𝑹𝑼 𝑮𝑶𝑱𝑶 𝑿 𝑻𝑵]

20

Gojo chasquea sus dedos, un ataque con un poder devastador es lanzado. Esta técnica surge de la combinación de Rotación Avante y Rotación Inversa.

Y si no mide su fuerza, destruye todo a su paso.

Así de inmensos eran las Habilidades que Dios le había otorgado al hombre.

Y el era digno de superar incluso a Dios.

Ya no había nada que hacer, estaba demasiado cerca para hacer algo, incluso para huir... o detener el tiempo.

—Los ojos de Dios... quizá tu manipules el espacio tiempo pero...—

La Rotación Púrpura el minúscula, como una pelota de ping pong...

Y uno solo de tus dedos bastaba,

Para detenerla.

—Quien creo tus ojos?—

Satoru, esta muerto de miedo.

Su carta, fue vana. Cuando creyó que tenía la victoria y el trofeo en la mano, llevaste a la cima arrebatadole el trofeo, y quitando la medalla de su cuello.

—Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza... ¡Yo cree tus ojos a mi imagen y semejanza!— decías maravillada ante tu propia inteligencia y Poder.

La fuerza y poder puedes ser peligrosos.

Pero la la inteligencia, es letal.

—¡Tiñamos la Tierra con la sangre de los pecadores!—

Y en instante, Satoru ya tenía encima su propio Púrpura contra el.

Lucha o huida.

Dos respuestas a tu miedo.

—Ojos de Dios que todo lo ven...— llamaste elevándote ante Satoru.

Llevaste una de tus manos a tu rostro, cubriendo tu ojo derecho y posteriormente separando tus dedos en pares (🖖) dejando ver el Ojo de Dios.

—Expansión de Dominio... Castigo Divino—

"¿¡Ahora!?"

Plantas y animales, comenzaron a morir.
El cielo tronaba y relampagueaba más de lo normal, avecinando una gran tormenta.
Y el mar que estaba a 1 kilómetro, amenazaba con destruir todo....

Todo comenzó ser oscuridad para Satoru, la misma explosión de dominio hacia destruido su Rotación Púrpura. Así de poderosa era el Dominio de la Usuaria de los Ojos de Dios.

¿En que momento ella ya era tan fuerte?

Había algo extraño en su dominio, Satōru extrañamente se sentía familiarizado con este lugar.

La arrebolada adornando el cielo, y bellas flores adornando el suelo. Animales hermosos de todos tipo, y a un costado no muy lejano, el mar.

Era igual al color de sus ojos...

Para ser un dominio, era hermoso.

Pero en realidad no lo era.

Después de entrar allí, unas ganas inmesas de querer comer todos los árboles frutales del lugar le ganaban.