08

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—¡Por qué no nos dijiste que tenías un gato!— Satoru cargo al gatito, una peculiar marchita en forma de rayo adornaba su piernita izquierda.

—Que bonito— hablaba con ternura cargando frente a el al gatito.

Pero aquel minino lo gasguño.

—¡Cual es tu problema, gato malo, gato malo!— movia su dedo en forma de regaño.

Mientras tanto el minino se restregaba en la pierna de Suguro, lo miró con curiosidad y el gato miraba desde arriba esperando a que lo cargara.

—Tiene tres colores distintos, es una gatita— tomaba al gato entre sus manos, lo acaricio y esta comenzó a ronronear.

—Tal parece que no le agradas Satoru— se burlaba su amigo.

Mientras tanto un rubio buscaba indiscretamente en la habitación y en la cada a TN, quien ya no se encontraba ahí.

—Ya largo— decía suspirando Nanami pegado a la puerta.

—Oye pero que grosero Nanami, somos tus invitados, no nos darás a— interrumpió el rubio

—¡No, largo! !Entran en mi casa sin aviso y luego invaden mi espacio!— los empujaba hacia la salida.

—¿Por qué estas tan nervioso Nanami?— preguntaba el peli banco poniendo una sonrisa pícara.

Nanami se sonrojo pero dio un puertazo sacando a esos dos a la calle.

Suguro se sentía extraño, como si se hubiera despedido correctamente de alguien.

—¿Y ahora tu que te traes?— se burlaba su amigo.

—Nanami estaba muy raro...— tomaba su mentón.

—Quien sabe que estaba haciendo— sonreia pervertido.

Nanami escuchaba todo detrás de la puerta sonrojado.
Si bueno, tenía a una joven en su casa, usaba su ropa y la vestía. Era hermosa, y sin quitar de vista que es la usuaria de habilidades más poderosa del universo.

Por supuesto que estaba apenado, pero muy afortunado.

Ambos jóvenes se fueron de aquel lugar, hacían paradas para beber algo o simplemente para hacer tiempo y flojear, Suguro nuevamente iba muy pensativo recordando aquel gato de Nanami.

Ya había visto a la gatita, pero su memoria lo traicionaba.

—Desde cuando bebes Cola Suguro— preguntaba su compañero.

Y es que el siempre odio esa soda pero

Su hermanita la amaba.

—Desde que te importa, ¿por qué cuestionas todo lo que hago ahora?— decía molesto sentándose a un lado de el.

—¿Alguna vez te tomaste con "Los ojos de Dios" en tu vida?—

Esa pregunta fue tan directa y repentina que Suguro casi se ahoga.
¿A que venía esa pregunta? Sin duda Satoru era demasiado astuto y cada palabra de Suguro lo hacía flaquear.

"Ahora que quieres"

—Nunca, ¿tu...si?— pregunto curioso.

"Habia oído cuando TN hablaba mucho de un niño del cual estaba enamorada, pero dudo que sea este idiota"

—Muchas veces— respondía con tanta seriedad en su voz.

"¡¿De verdad?!"

𝑰𝑵𝑭𝑰𝑵𝑰𝑻𝑶 [𝑺𝑨𝑻𝑶𝑹𝑼 𝑮𝑶𝑱𝑶 𝑿 𝑻𝑵]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora