𝑰𝑵𝑭𝑰𝑵𝑰𝑻𝑶 [𝑺𝑨𝑻𝑶𝑹𝑼 𝑮𝑶𝑱𝑶 𝑿 𝑻𝑵]

14

Ring ring Satoru

El teléfono de Satoru arruino todo.
Te separarte rápidamente, ambos salieron del tobogán.

—Debes irte— sonreíste

—Puedo qu— interrumpiste.

—Ya es muy tarde— reíste

—Déjame llevarte a tu casa, o al hotel donde te hospedas— tomaba tu muñeca.

—Tranquilo, esta a una cuadra. Ve con cuidado— Comenzaba a caminar

—Tu también por favor—

—Por sierto— detuviste tu andar —¿Cual es tu nombre?— volteaste de reojo.

—Satoru... Satoru Gojo— sonreía cautivado.

—Hasta pronto... Satoru Gojo— sonreíste y en un dos por tres, el joven te perdió de vista.

—Olvide pedirle su número...— se maldecia.

Un coche llegó por el, era Suguro.

—Sube—

—Eres un...— refunfuñaba subiendo al auto.

—¿Y eso por que?—

—¡Estaba apunto de besarla!— gritaba

—¿A Naoko?—

—No—

—¿No ibas a ver a Naoko?— volteba sorprendido y enojado el pelinegro.

—La confundí con alguien— sonreía estúpidamente.

—Oh no, esa sonrisa no— te asustaba —¿El gran Satoru Gojo?— se burlaba.

Satoru recordaba como sonreias, como tu cabello se movía con el viento... como tus labios respiraban en los suyos... era igual a ella.

¿Estará enamorado?

"El pez mordió el anzuelo"

Satoru no respondía y era algo que le dejo de hacer gracia a su amigo.

—¿Como se llama?—

—Flor...— susurro.

—¿Es extranjera?—

—No lo se, parecía— veía la ventana.

—¿Desde cuando no preguntas? ¿¡Quien sabe quien era y tu casi la besas!?— regañaba

—Nisiquiera sabia lo que era energía maldita o un hechizero— despreocupaba el peliblanco.

—¡¿Y si es como TN?!— detuvo el auto de golpe.

Y puso a pensar a Satoru, pero él no podía simplemente imaginar a ese rayo de luz emanando maldad.
Esa sonrisa tan calida, esa pequeña figura asustadiza por ruidos fuertes... no podía.

—Se lo que estas pensando, pero !TN igualmente era luz¡— gritaba.

—TN no oculta su energía manualmente, es algo que hace en automático—

—¿Y que?—

—Flor quiere morir... y TN, quiere dominar al mundo— susurraba.

Suguro pensó el peor de los casos, si era una chaman desterrada su amigo estaba metido en problemas.
Y es que la posibilidad de que fuera una chaman malvada, eran muy altas. La cabeza de Gojo y los millones que le esperaban por la cabeza de Amanai...

—Tranquilo, mejor vallamos a comer algo dulce— sonreía despreocupado.

—Tu nunca aprendes— se burlaba su amigo.