━━━ Selena y Leandro se conocieron gracias a un amigo en común de ambos, pero, ¿quién diría que gracias a eso se volverían una de las parejas más queridas de Argentina?
Selena se volvería una parte fundamental en la vida de los Paredes, tanto que lo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
16 de marzo 2020
—No puedo creer que me ganaste en el piedra, papel o tijera —resople mientras secaba el último plato que Lean lavó.
—Ganarás o no, no te iba a dejar lavar los platos —lo miré mal—. Vos cocinas, yo lavo.
—¿Y cuando voy a poder lavar los platos yo? —alcé una ceja con diversión.
—Cuando yo cocine —sonrió.
—Pero si no te gusta cocinar.
—Exacto.
Me salpicó el agua que quedaba en sus manos en la cara y rió ante mi mueca de frustración.
—Sos un forro, Daniel.
—No me digas Daniel, Martínez Quarta —me apuntó con su dedo acusatorio y agarró el repasador para secarse las manos—. Y no soy un forro. Es lo justo, el que cocina no lava los platos. Aparte, déjate ayudar, mujer. Queres hacer todo vos, sino te paro me limpias hasta el baño.
—Así soy y la queso —me reí e hice un leve puchero—. Bueno, perdón, te quiero ayudar nomas. Vos volves cansado del entrenamiento y encima te pones a jugar con los peques, y los dos sabemos que tienen más pilas que nosotros dos juntos, peor si duermen siesta —él soltó una risa nasal, dándome la razón—. Aparte a mi no me molesta, Lean. Para esto fue que me vine acá, para ayudarte en lo que pueda.
—Y te lo agradezco mucho, Lena —dejó el trapo y se acercó a mi, por lo que tuve que levantar la cabeza para mirarlo a esos ojos que tanto me encantan—. Pero me niego a que cargues con todo eso, no sos nuestra sirvienta, sos de la familia —sus manos fueron a parar a mis cachetes y los acarició con delicadeza, poniéndome nerviosa—. Hagamos esto entre los dos, seamos un equipo.
Asentí perdida en sus ojos.
Este hombre me enamora cada día más la puta madre.
—Está bien, somos un equipo —respondí—. Quien diría, una gallina y un bostero siendo el mejor equipo —bromee.
Lean soltó una risa con su mirada fija en mis ojos, recorrió mi rostro con los suyos para finalmente cerrarlos e inclinarse para besar mi frente suavemente. Cerré los míos disfrutando del tacto y acaricié sus manos todavía en mis cachetes.
Tengo que sacármelo de la cabeza y del corazón, él nunca me va a ver de la misma forma que yo. Con tantas mujeres hermosas y mejores que yo atrás nunca no se va a fijar en mi.
Pero este ser no aporta a la situación con sus acciones y tratos hacia mi.