━━━ Selena y Leandro se conocieron gracias a un amigo en común de ambos, pero, ¿quién diría que gracias a eso se volverían una de las parejas más queridas de Argentina?
Selena se volvería una parte fundamental en la vida de los Paredes, tanto que lo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
11 de mayo
Desperté por unos pequeños cuerpos saltando sobre la cama junto con unas pequeñas risitas. Fingí seguir dormida, por lo que, cuando menos lo esperaron, me moví rápidamente y atrape esos dos cuerpitos para abrazarlos fuertemente, provocando unos grititos asustados. Los tres reímos a carcajadas y llene de besos sus cachetes.
Mi corazón se sentía tan feliz, tan lleno de calidez con Kiki y Nanni. Con solo verlos sonreír o escucharlos reír yo ya estaba con una sonrisa gigante en mi cara. Ellos me llenaban el alma, siento tanto amor por ellos que los empiezo a amar como si fueran mis hijos. Sin duda, conocer a estos dos y el nacimiento de Bauti y Mía fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida. Los amo tanto que no dudaría en dar mi vida por ellos cuatro, sin siquiera pensarlo dos veces.
—¡Feliz cumple, tía! —dijeron al unísono emocionados, llenando de besos mi rostro.
Una sonrisa boba y llena de amor se instaló en mi rostro, aceptando con un enorme gusto el gesto.
—Gracias, mis peques —les dije cuando terminaron.
Hicimos naricita, naricita –como le decimos nosotros–, y finalmente besamos nuestros dedos índices y anular de las dos manos, los juntamos y los entrelazamos, besando la unión de estos. Era como nuestro saludo personal e íntimo, nuestra forma de sellar una promesa, lo hicimos hace unos días.
—¡Con papi te hicimos un regalo! —exclamó Kiki—. ¡Entra, papi!
Fruncí el ceño, ¿qué regalo? Si con solo tenerlos a ellos todos los días yo ya me sentía dichosa.
Vi a Lean entrar con una bandeja de madera y una sonrisa enorme en su hermoso rostro, por lo que me senté correctamente. Se acercó hasta la cama y con cuidado dejó lo mencionado sobre mi regazo, acto seguido se sentó a un lado mío cuando Vicky se movió para ponerse al lado de su hermano.
Observé atentamente todo, estaba todo el equipo de mate, dos tazas con chocolatada, unas galletitas caseras, medialunas, unos cupcakes con crema y chispitas de colores, huevos revueltos y un pedazo de biscochuelo con una vela roja. Me confundí un poco cuando vi una cajita negra, pero deje eso de lado para sonreírle a los tres.
Me habían hecho el desayuno sorpresa y con eso tan simple yo ya me sentía feliz.
—No tuvieron que molestarse, gracias. Esta hermoso y se ve muy rico todo, ¿lo hicieron ustedes?
—Sí, ayer cuando te dormiste la siesta, mientras trabajabas, cuando te viniste a dormir y hace un ratito —enumeró Lean con sus dedos—. Tuvimos que llamar varias veces a Jorgelina, Emilia, a mi tía y a mi vieja, así que también vas a tener que agradecerles a ellas.
—Apenas pueda les mando un mensaje —largue un mini suspiro.
—Feliz cumple, Lena —pose mis ojos en las perlas celestes de Leandro, los cuales ya me miraban fijamente, y me quedé atrapada en ellas.
