Vibrator

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Era un simple reto...¿No? Además el había perdido, no iba a no cumplir su palabra después de a ver aceptado.

-Nicho..esto es muy incómodo... ¡Ni siquiera sé cómo ponerlo!- un joven de cabellos levemente ondulados y con una tes hermosamente acaramelada se encontraba haciendo un pequeño berrinche al a ver terminado su paciencia con un pequeño aparato, que a ojos de cualquier persona sería un juguete (y claro que lo era..pero no para unos bebés o niños si no... más para un público adulto.)

-Ay Euijoo, solo colócate un poco de lubricante, a lo mejor así entra mejor.- ahora un joven de tes pálida y cabello cenizo se encontraba con una leve expresión de burla ante el berrinche de su mejor amigo.

-Pero Nicho...es que..agh..- el coreano estaba con un sonrojo que aparcaba todo su rostro demostrando lo avergonzado que estaba por la situación.

Se estarán preguntando...
¿Cómo empezó todo esto?
Pues..todo se remota a unos días atrás donde este par estaba haciendo una apuesta sobre el futuro amoroso de uno de sus amigos; para ser más específicos: Harua.

-Ay Nicholas está más que claro que el se va a quedar con JO, mira como es que se ven, por Dios está más que claro.-

-Euijoo, créeme, el va a terminar andando con los dos.
Va a ser algo así como un trío o mínimo el poliamor.-

-No creo que Harua haga algo así.-

-¿Saber qué? Mejor apostemos y veamos quien gana.- con una mirada desafiante y afilada miró a Euijoo buscando provocarlo sabiendo que el ganaría.

-Me parece una muy buena idea, pero no apostemos dinero pues eso no nos hace para nada de falta, mejor apostemos nuestra dignidad; si tú pierdes vas a salir a la calle y gritaras que detestas las fresas y que las naranjas son superiores.- Una sonrisa ladina se formó en el tierno rostro del caramelo, logrando que el contrario también respondiera con esa sonrisa.

-Perfecto, acepto pero solo si aceptas que si tú pierdes te vas a colocar un vibrador por todo un día y yo seré quién lo maneje.- una sonrisa perversa se dejó ver mientras que una mirada sugestiva se posaba sobre la mirada del contrario.

Ja! Solo aceptaré porque se que yo ganaré.

Y bueno, ya deberían de deducir el resto de la historia por como es la situación actual.

-¡Nicholas no puedo colocarlo! Ahg.. no puedo, mejor pídeme otra cosa...- este se encontraba en el baño del apartamento perteneciente al taiwanés, irritado de no poder colocar aquel objeto, tampoco es como si quisiera tenerlo dentro de el, pero en serio que fue un golpe muy bajo contra su dignidad, pero¿Quien se imaginaría que el dulce y tierno Harua aceptaría ser pareja de dos personas al mismo tiempo? El estaba más que seguro que Harua nunca haría algo como eso, pero al parecer lo subestimó.

-No me hagas tener que ayudarte.- un tono muy severo y serio hizo que la columna del piel acaramelada temblara al igual que sus piernas.

-es que no lo puedo poner Nicho..- hizo un puchero tratando de convencer que no podría.

-Espero no arrepentirme de esto y solo lo compensaré con verte sufrir aguantandote los gemidos frente a todos.- el de cabellos platinados abrió la puerta del baño de su apartamento, encontrándose al Coreano sin sus pantalones y ropa interior, solo cubriéndose con una gran camisa de botones blanca que era dos o tres más grande que su talla, logrando cubrir un poco más abajo de sus muslos, dejando así a la vista las largas y torneadas piernas de un magnífico color caramelo.
-Date la vuelta y apoyate en el lavamanos.- el menor no se resistió porque sabía que si lo hacia iba a ser peor, así que hizo lo pedido con gran vergüenza.

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