Whatever.

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Shinichiro veía a su amigo, no sabía cómo abordar la situación, obviamente Wakasa ya sabía del estado de Mikey, le había mirado con lastima pero abrazándolo para que supiese que ahí estaría siempre que lo necesitará.

Y aún así el pelinegro no podía decirle a Imaushi que deseaba dinero para cubrir al menos una semana del medicamento y estadía de su hermano, volvió a ver a su amigo que encendía un cigarrillo.

—¿Quieres?

El más bajo le ofreció la cajetilla, tomo uno y el encendedor se le fue entregado sin más palabras de por medio, quería decirlo ya, pero su garganta se cerraba con negatividad.

—Deja está idiotez ¿Que necesitas?

—Ah...no lo digas así, no solo te visito para un favor-

—Te conozco y estás jugando con el cigarrillo de una mano a otra.

Bajo la cabeza queriendo desaparecer entre su cabello ébano, suspiro y dió una calada larga y tranquilizadora, sus nervios bajaron ligeramente volviendo a ver a su amigo está vez a los ojos.

—Sabes que Manjiro tuvo un accidente y yo...bueno tú sabes que mi salario no es-

—No hay problema, solo llámame cuando necesites la suma y te daré lo que necesites ¿Lo sabes no es así Shin?

—Yo...gracias, mucha gracias Waka, yo lo lamen-

—No lo lamentes lo hago por qué quiero, lo hago por qué... por qué eres mi amigo.

Alejo su rostro de la vista de Shinichiro, no podía ponerse sentimental ahora, no ahora, su amigo tenía suficientes problemas como para cargarle otro de sus estúpidos sentimientos.

—Si amigos. Debo irme, yo debo ir por Emma e ir a ver a Mikey ¿Quieres ir?

Le sonrió esperando la respuesta expectante, vio al más bajo pensarlo un poco, un suspiro para luego ver los ojos violetas.

—Si, vamos por Emma y ver al enano.

Caminaron a veces riendo y otras bromeando hasta que llegaron a la primaria por la niña cuando la pequeña visualizo a su hermano corrió hasta balancearse con fuerza, río cuando casi cayeron al suelo y Wakasa solo río con fuerza.

—Vamos, una niña de diez te puede tirar.

—No es gracioso.

Se vieron por minutos largos para desviar la mirada, Shinichiro sujeto con fuerza a la rubia mientras la veía y sonreía, para abrazarla y meterla un poco.

—¿Vamos a ver a Mikey?

La niña bajo su cabecita y toda la felicidad bajo, Emma dejo de sonreír y Wakasa paro su risa, Shinichiro trago con fuerza no debía estar triste después de todo el chico no había sufrido algún trauma grave.

—Si.

Fue pequeño y triste, la abrazo y pensó en lo difícil que sería para la niña no estar con su hermano que crecía a la par con ella, beso sus cabellos oro y vio a su amigo.

—Vamos.

Caminaron está vez sin palabras, la niña en algún punto bajo de los brazos de su hermano aunque esté cargo su mochila hasta llegar al hospital, la enfermera los llevo a la habitación, al abrirla vieron el cuerpo de Manjiro.

No había nada malo en él, su rostro era igual aunque las vendas no dejaban ver el cabello cenizo sabían que ahí estaba, sabía que esos ojos cerrados estaban ahí.

—Esta lindo el día ¿No?

Wakasa hablo sonriente mientras los hermanos lo veían confundidos ¿Acaso le hablaba a Mikey?

—¿Que haces?

—Escuche que hablar con los que están en coma estimula su oído y despiertan más rápido ¿Creo?

—Si es así. Mikey hoy fui a la escuela, hice una amiga se llama Aiko es linda y amable conmigo...tenías razón solo debía hablar y ser más amigable y además...

La niña siguió contando su día de clases al durmiente hermano, Shinichiro se sentó en la silla y vio a su hermana feliz de platicarle a Mikey, Wakasa se acercó a él.

—¿Es cierto?

—¿Que?

—Lo de platicarle.

—Jamas daría falsas esperanzas Shin, jamás.

Le sonrió, dió dos palmadas en su hombro y siguieron viendo como la dulce niña revoloteaba a un lado y a otro mientras le contaba a Miley lo que había hecho y lo que quería hacer.

Cuando la hora de visitas termino los hermanos se despidieron del cuerpo durmiente mientras Wakasa los veía, salieron del hospital rumbo a la casa Sano.

—¿Quieres acompañarnos?

La niña vio al hombre más bajo y este le sonrió estaba por dar una negativa, pero al ver a su amigo y a la niña se dió cuenta que no podría, sonrió y asintió.

—Si vamos.

Caminaron hasta la casa Sano, Emma agarro su mochila y con una sonrisa vio a los amigos para entrar a la casa y dejar que hablara con más privacidad.

—Hare mi tarea Shin te espero dentro.

Los dejo, Shinichiro agarro la mano de su amigo y agradeció con la mirada que lo haya acompañado al hospital, que ahora se encontrará ahí y además el nuevo favor que le iba a proporcionar.

—¿Cuando?

—¿Ah?

—¿Cuando necesitas el dinero?

Se vieron por otros interminables minutos, sin desaser el agarre de sus manos, Wakasa le sonrió ligero y tenue. Shinichiro suspiro apretando la mano de su amigo, la culpa o invadió.

—La semana que viene.

—Bien.

—¿Que te debo?

—Shin no me debes nada, lo hago por qué quiero. Manjiro es un niño que tiene una vida por delante y tú eres mi amigo lo hago por qué es lo correcto. Eso lo sé bien.

—Wakasa.

—No digas nada, se que es duro pero debes ser fuerte, fuerte para ella, pero conmigo, conmigo puedes aferrarte para eso estamos.

El peliblanco soltó la mano y abrazo a su amigo, dando todo su agradecimiento en la muestra de afecto, los brazos del contrario fueron a la espalda de Wakasa y se mantuvieron ahí, mientras Shinichiro temblaba y susurraba cosas inentendibles.

—Gracias.

Fue lo único que entendió y sostuvo al más alto, intentando armas a un Shinichiro que se derretía entre sus brazos, lo sostuvo en ese instante de debilidad, de temor y angustia, cuando el más alto se separó sonrió aún muy juntos.

El corazón oprimido mientras se veían, suspiro el más alto bajando la cabeza con exhaustividad que lo carcomía, las manos de Imaushi fueron a la cara del Sano para que alsara su rostro y verse a los ojos.

—Eres valiente, e invidiable. Yo jamás podría ser como tú.

Un abrazo aún más fuerte que casi fundió a todos sus pesares en la cercanía y la fuerza que recibió. Después del cálido tacto hablaron de cualquier cosa que no involucrara a Manjiro, rieron un poco.

—Mañana será un día duro debo entrar. ¿Quieres pasar?

—Si ya es tarde, está bien tal vez mañana venga y cene, hoy tengo asuntos que arreglar, linda noche Shin.

Estaba por marcharse cuando unos brazos lo envolvieron una vez más.

-Gracias Waka, eres. Eres el mejor.

Crime[Drakey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora