Capítulo 4: La libertad de ojos azules

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Una semana después. 

Al menos Vi puede creer que ha pasado algo así como una semana

No puede estar del todo cierta, pero al menos hace una estimación dado el estado de sus heridas. Hace unos pocos días le permitieron visitar a la enfermera, ahora, solo queda dolor residual mientras juega con las costras

Sentada, mirando a la pared. Escucha unos golpes rítmicos abriéndose paso en el pasillo a sus espaldas

Ve por el rabillo del ojo la luz titilante que se acerca, quizás la de una lámpara, después de todo aún no reparan el foco del pasillo

La espalda y los músculos se tensan de inmediato y se obliga a levantarse, preparada para recibir el dolor. El guardián no le ha puesto un dedo encima desde el incidente, en sus visitas se limita a mirarla y reírse, apuñalándola con sus burlas. Eso no va a durar para siempre y ambos lo saben

El guardián es tan adicto a golpearla para descargar su ira, como ella lo es a imponerse a su intento de autoridad. Es un círculo vicioso entre ambos, uno en el que siempre terminan tropezando

Vi lo sabe. Incluso aunque todavía le arden los pulmones por el esfuerzo de mantenerse en pie

Sin embargo, hay algo diferente. Algo que cambia, algo que falta

Se volteó hacia el guardián dispuesta a enfrentarlo, el hombre había roto su rutina habitual y esta vez no podía escuchar las llaves tintinear anunciando la hora de su castigo

La luz de la lámpara en medio del pasillo le lastima la vista al encontrarse con ella. En medio del haz de luz en plena oscuridad, puede verlos.

Unos ojos azul celeste de un color imposible devolviéndole la mirada

Una vigilante que nunca antes había visto estaba parada ahí. Con su pulcro uniforme de Sheriff, su mentón alzado con orgullo y su fría mirada azulada

Parecía que el mundo volvía a burlarse de Vi

No le gustaba el azul.

Le recordaba a Vander, a todo lo que le faltó de él. Le recordaba a su ausencia.

Le recuerda a Greyson, a la culpa y la vergüenza

Le recuerda a Powder, al arrepentimiento

Le recuerda a sus hermanos, a la noche en la que lo perdió todo

Pero aquí estaba ella. Con su pelo azul. Sus ojos azules. Su pulcro y estúpido uniforme azul

Todo lo que veía era azul.

Esta mujer era todo lo que Vi odiaba. Todo lo que le daba miedo

— Eres un prisionero verdaderamente problemático - La voz de la mujer, resonó firme y sin trastabillar - Te has metido en cientos de peleas, por decirlo menos el prisionero que golpeaste está en coma ¿Sabías? -

Vi la miro, su cerebro comprendía lo que decía. Por otro lado, no lograba entender por qué estaba hablando

¿Hace cuanto tiempo un vigilante se molestaba en dirigirle la palabra? ¿En hablarle como si fuera una persona?

Ante su falta de respuesta, la mujer siguió

— Tu historial es algo... Sorprendente, el guardián te considera como un caso insalvable, incluso tras 7 años de prisión no muestras mejoría alguna y el anterior Sheriff sugiere la pena capital -

Océano azul, montañas de hierro [Caitlyn x Vi] *Spin Off*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora