Capítulo 11: El peso de la muerte

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— Aún no puedo creer que siguieran vivos —

Vi abrazaba sus rodillas con los brazos, sentada al lado de Ekko, a los pies del enorme árbol. El silencio reinaba entre ellos mientras pasaban los minutos. Esa era la primera palabra que ninguno de los dos había dicho

Había un peso indescriptible sobre los hombros retraídos de Vi. El peso de todo lo que había perdido en los últimos siete años

Ekko se quedó callado un momento, como si estuviera buscando las palabras en el pasto bajo ellos, luego, giro la cabeza ligeramente para encontrar los ojos de Vi

— Creíamos que habías muerto, como todos los demás. Cuando encontramos los escombros de la fábrica pensamos... — Ekko suspiro, negando para sí mismo

Vi se miró las manos en silencio. Estremeciéndose para sí misma al recordar, la sangre empapando sus rodillas, los trozos de piel destrozada y músculo, los gritos, el tacto de Vander antes de....

— ¿Estuviste ahí? ¿Con ellos? ¿Cuándo sucedió? —

La pregunta de Ekko la devolvió de golpe al presente y la respuesta le supo agría antes de decirla

— Nos quedamos encerrados en uno de los cuartos, había un... Monstruo fuera, no pude derrotarlo y... Debilito la estructura que sostenía el cuarto, todo se vino abajo. Claggor se fue antes de poder alcanzarlo, Mylo estaba tan cerca, pero cuando lo encontré ya era demasiado tarde, y Vander — Vi tembló solo de recordarlo — Él podría haber escapado pero... Me salvo la vida y yo— Yo no pude protegerlos —

Los dos se quedaron callados por otro par de minutos

— Al menos ustedes están a salvo —

Vi suspiro, este era otro intento de huir

— Te prometí que la mantendría a salvo — Ekko le regalo una pequeña sonrisa a modo de consuelo — Y yo nunca rompo una promesa —

Vi asintió en silencio, devolviéndole una sonrisa con el alivio mordiendo sus comisuras

Pero no podía evitarlo

El mural frente a ella la cazaba, recordándole todo lo que había perdido. Mylo y Claggor en el centro, y Vander tras ellos, como si...

Violet no puede sostener la mirada

— Han cambiado muchas cosas —

— Podemos decir lo mismo para ti ¿No? —

Ekko la miro, con la preocupación marcada en el rostro

Los puños de la zaunita se cerraron por instinto

— Debería haber estado aquí, debería haberlos buscado esa noche. Debería.... —

— Solo te haces daño pensando así. El pasado es pasado, ya no puedes cambiarlo, solo tenemos el ahora -

— Mi hermana me odia, este es mi ahora -

Vi puso los ojos en blanco y volvió a hundirse las manos en el pelo con un quejido

— Powder no te odia - Ekko suspiro, pareciendo un poco molesto - Solo... Bueno está confundida, nadie esperaba verte volver y menos con un vigilante a cuestas, la Sheriff, ni más ni menos. Incluso después de todo lo que nos han hecho. ¿Sabes? Incluso yo pensé que nos habías traicionado -

— No es cualquier vigilante, es solo Caitlyn -

Vi se encogió de hombros manteniendo la mirada en el piso

Ekko adelanto la mano, Violet se echo de inmediato hacia atrás, con los hombros tensos esperando un golpe que no llegó, el rostro contraído, sudando frío

— ¡Solo mírate! — El chico masculló, con el dolor y la irá bordeando sus iris — ¡Te arrojaron a un ataúd de cemento sin ninguna maldita razón! Obviamente, te golpearon, si es que todas esas cicatrices no son suficientes. Pareces un perro herido que se dejó poner una jodida correa por esa pequeña zorra -

Violet cuadro los hombros, mirando a su hermanito con furia

— No llames de esa manera a Caitlyn. Y lo que pasó en Stillwater, no importa, estoy bien. Pero ella no fue la culpable de esto -

— Es la Sheriff -

— Ekko tiene mi edad, tenía 16 igual que yo cuando me encerraron -

— ¿Por qué la defiendes Vi? ¿Por qué sí es solo un jodido vigilante? -

Vi devolvió la mirada al muro y le supo agría la ausencia de una mujer de ojos amables y sabios concejos

— ¿Recuerdas a Greyson? -

— Su muerte, si es que sirve de algo. — Ekko dudo antes de seguir — Se que tenía un trato con Vander, es todo -

Violet quiso golpearlo, recordarle que fue como una madre para ellos, que les leía cuentos cuando se quedaba en el bar para pasar la noche, que era ella quien le había dado su primera caja de herramientas, que les cepillaba el pelo y los llenaba de concejos amables.

Tenía tantas cosas por decir, pero se limitó a levantarse y meter las manos en su chaqueta

— ¿No crees que Vander debería haberla odiado por ser la Sheriff? ¿Por qué eligió confiar en ella? ¿Por qué ella murió por nosotros aunque solo éramos zaunitas? -

Ekko se quedó en silencio

Violet solo se dio la vuelta y se alejó

Se pasó las manos por el pelo, incapaz de controlar sus sentimientos al respecto; sus recuerdos eran rancios, terribles y absolutamente demasiados como para ser soportados

La culpa volvía para asaltar a Vi en cada esquina, una daga mucho más profunda que cualquier golpe que le hubieran dado los vigilantes. Mucho más allá del acero del guardián

No importaba que ahora Vi se estremeciera cuando alguien le rozaba el hombro, que se helará al oír el sonido de hierro contra piedra; o que, cuando se concentraba de verdad, pudiera escuchar las llaves del guardián contra su celda

Eso no importaba porque Vi no se preocupaba por ello

Eso no importaba porque era lo único que merecía

Todo eso estaba fuera en las partes más oscuras de su mente, junto a sus recuerdos de infancia teñidos del carmesí de la sangre derramada por todos sus seres queridos

Vi suponía que Caitlyn era una buena persona, aunque hubiera tardado un poco en aflorar, más allá de la máscara de la impenetrable Sheriff que era cuándo se conocieron.

Si bien había sido tan fría y desconfiada como cualquier vigilante, pero Violet dudaba de que cualquier otro hubiera seguido a un zaunita tan lejos como ella y se hubiera preocupado tanto como ella.

Cupcake no era perfecta ni mucho menos, pero lo estaba intentando; Tomando conciencia de la situación y liberándose de la red de mentiras que le habían contado desde el momento en que llegó al mundo

Tratar de explicarle eso al resto era casi imposible, no al menos sin meter sentimientos que no estaba dispuesta a nombrar en estos momentos

Caitlyn era fuerte y dulce y miraba a Vi como si valiera algo

Como alguien por quien preocuparse

Como alguien a quien amar

Pero eso no era bueno

La última vez que alguien la había mirado así, había muerto por su culpa

El peso de los cuerpos de su familia era demasiado, demasiado resiente; Una herida abierta que no dejaba de sangrar y Vi no estaba lista para ser amada

No podía permitirse romper a otra persona

Y Caitlyn se sentía frágil en sus manos.

Océano azul, montañas de hierro [Caitlyn x Vi] *Spin Off*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora