Marcy (Los Originales)

Capitulo 7

—Qué quieres decir con que se queda aquí?— Kol se enfureció. —¡Si esperas que siga actuando como si ese traidor no hubiera intentado matarnos, te espera otra cosa!—

Klaus reunió a sus hermanos y a la madre de su hijo en el salón para hablar sobre su nuevo arreglo con Marcel. Freya no estaba segura de cómo sentirse acerca del regreso del hombre. Tenía miedo de confiar en él pero también tenía miedo de hablar de su desconfianza: después de todo, técnicamente era el miembro más nuevo de la familia. Elijah y Hayley pensaron que era una idea espléndida ya que ambos podían decir cuánto se necesitaban tanto Marcel como Klaus. Nadie estaba tan feliz como Rebekah. Elijah le prohibió hablar con Marcel después de que se levantó su destierro. A veces lo observaba en casa de Rousseau, pero nunca se le permitía acercarse a él. Ahora que él vivía justo al final del pasillo de ella, no había nada que les impidiera estar juntos.

Solo Kol sintió una ira al rojo vivo hervir a través de su cuerpo al pensar en el regreso de Marcel.

—Le arrancaré la carne del hueso si siquiera piensa en volverse contra nosotros de nuevo—. Kol ladró, saliva volando de su boca agitada.

—Sé mi invitado—.Klaus dijo con calma. —Ya le prometí la muerte a la primera señal de traición. Tu tortura de antemano solo enviará un mensaje más claro a cualquier enemigo que pueda acechar en las sombras—.

Elijah intervino antes de que sus dos hermanos pudieran seguir planeando el final de Marcel.

—Marcel no será torturado ni asesinado. Yo creo en su redención. Él vino a ustedes pidiendo perdón y nosotros, todos nosotros, encontraremos la manera de perdonarlo—.

Rebekah saltó de su lugar en el sofá al lado de Freya y se puso de pie con una sonrisa traviesa en su rostro. —Bueno, por mi parte, con mucho gusto le daré la bienvenida a Marcel a nuestra pequeña familia—. Dijo felizmente.

Con el ceño fruncido, Klaus respondió: —No harás tal cosa. Te prohíbo que estés a solas con él—.

La sonrisa de Rebekah se desvaneció de inmediato. —¿Qué?—

—No confío en él para no... corromperte—.

—Quieres decir que no confías en mí para no traicionarte—.

—Bueno, dada su trayectoria con él, no puedo ver una razón por la que deba confiar en ustedes dos juntos. Parece que cada vez que estás con él, tu único objetivo es derribar a esta familia. O más específicamente, a mí—.

—Nik—, Rebekah pisoteó furiosamente hacia su hermano, gruñendo, —estuve de acuerdo con tu decisión tiránica de desterrarlo, temiendo que nunca volvería a ver al hombre que amaba, pero me sometí a tu decisión por el bien de esta familia. . Ahora que ha vuelto, esperas que simplemente, ¿qué? ¿Evitarlo?—

Klaus cruzó los brazos sobre su pecho con enojo y respondió: —No me importa lo que tengas que hacer, hermanita, pero a ti y a Marcel no se les permite estar solos nunca más. De hecho, ustedes dos no pueden estar solos. pueden comunicarse entre sí, de cualquier forma, si no hay nadie cerca para monitorearlo—.

Rebekah salió furiosa de la habitación. Freya se giró para seguir a su hermana, pero Klaus la detuvo diciendo: —Déjala ir. El resto de nosotros tenemos otros asuntos que atender. Quiero romper a Marcellus. Quiero demostrarle lo que ya sé: que si me dan la posibilidad de que me traicionara una vez más sin pensarlo dos veces si eso significaba recuperar su lugar en el trono. Así que quiero que todos ustedes me ayuden a darle un pequeño empujón en esa dirección—.