Marcy (Los Originales)

Capitulo 33

Anteriormente: Freya dijo: "Encontré una manera de traer de vuelta a nuestro padre y a nuestro hermano. Esta espada era lo último que necesitaba".

La mandíbula de Kol cayó. Ni en mil años esperó que ella dijera eso.

Cien pensamientos pasaron por la cabeza de Kol al mismo tiempo, pero hubo uno que gritó más fuerte. "No se puede devolver la vida a esos psicópatas", afirmó con dureza.

"Ellos son nuestra familia", defendió Freya.

"Son monstruos", gritó Kol. "Mikael atormentó a esta familia durante siglos. Finn intentó matarnos más de una vez. Si los traes de vuelta, acabarán con esta familia".

Freya miró fijamente la caja que contenía la espada de Mikael. Todos los recuerdos que tenía de su padre eran amorosos y saludables. No podía creer que él se hubiera convertido en el monstruo que todos intentaban pintarlo.

"Me escucharán", insistió Freya. "No harían nada para lastimarme, eso incluye lastimar a mi familia".

"No los conoces como nosotros. Mikael nunca ha sido un padre amoroso para ninguno de nosotros, ni como niños, ni como vampiros. Y Finn ha pasado mil años odiándonos. Eso no va a cambiar sólo porque él su hermana favorita de vuelta."

"No lo sabes. Se merecen una segunda oportunidad. Si Marcel pudo tener una después de lo que hizo, ¿por qué ellos no?"

"Finn. Asesinado. A mí." Gritó Kol, sin saber cómo expresar más claramente sus reservas. "Él me maldijo, YO, su hermano pequeño y yo morimos, Freya".

"La única diferencia entre el intento de Finn de matarte y el de Marcel es que Finn tuvo éxito y no por falta de esfuerzo por parte de Marcel. ¿Por qué se le debería dar una segunda oportunidad a él y no a Finn?"

"No", ladró Kol, frustrado por discutir sobre traer de vuelta al hombre que persiguió a su familia durante un milenio y al hermano que lo mató. "Me estoy poniendo firme. No puedes devolverles la vida".

Freya sacudió la cabeza decepcionada. Sabía que no debería habérselo dicho. Su plan era simplemente devolverle la vida a Mikael y Finn y mantenerlos escondidos por un tiempo hasta que pudiera convencer a sus hermanos de que no eran tan malos. Ahora que Kol lo sabía, eso añadiría una faceta adicional a su plan con la que no estaba preparada para afrontar.

Con un suspiro, dijo: "Lo siento, Kol, pero realmente no hay nada que puedas hacer para detenerme".

"Oh, sí", Kol corrió hacia la caja de madera y se la quitó a Freya antes de que ella pudiera detenerlo. Con una sonrisa de satisfacción, dijo: "Necesitas esto para traerlos de vuelta, ¿verdad? Bueno, ahora es mío".

Sin molestarse por el plan de su hermano, Freya levantó la mano y movió los dedos hacia ella. La caja salió disparada del agarre desprevenido de Kol y volvió a la mesa a su lado. Cuando Kol corrió para agarrarlo nuevamente, ella usó su magia para arrojarlo hacia atrás sobre el sofá. Determinado, Kol se levantó y fue hacia la caja desde la otra dirección, pero con la misma facilidad que la última vez, Freya giró su muñeca y él salió volando por el aire, aterrizando sano y salvo en el sofá.

"Maldita sea, Freya", gritó, poniéndose de pie de un salto. Pensó en ir por la caja otra vez, pero Freya era rápida con su magia, más rápida que cualquier bruja contra la que se hubiera enfrentado, y sabía que terminaría sentándose en el sofá. "Ya lo tuve. Ya terminé con estos juegos. Si intentas traerlos de vuelta yo... voy a... se lo diré a Nik y Elijah".

"Lo prometiste", mordió Freya.

"Eso fue antes de que supiera que te habías vuelto loco."

Kol esperó a que Freya le prometiera que no traería de regreso a Finn y Mikael, pero nunca lo hizo. Decidió ser fiel a su palabra y comenzó a caminar hacia la puerta, preparado para contarle al primer hermano que vio sobre el loco plan de su hermana.