Prologo

602 55 2
                                    

La primera vez que lo vi, era muy pequeño. Tenía al rededor de catorce años, lo recuerdo perfectamente.

Su mamá nos había invitado a pasar las vacaciones con ellos, yo y Sunoo nos quedaríamos en la habitación de Jungwon ya que haríamos una pillamada, en la cena el no dejaba de mirarme recuerdo su intensa mirada sobre mi y el como aquello no parecía molestarme, incluso me agradaba.

Esa noche cuando todos habían dormido baje por un vaso de agua, la casa era pequeña debido a que era la casa de seguridad por lo que no había sirvientes. Cuando me di cuenta el tambien estaba abajo, me senté en un sillón siendo seguido por el, mi pierna temblaba del nerviosismo por alguna razón desconocida, aún recuerdo sus palabras.

"Te pongo nervioso?"

Con una sonrisa claramente nerviosa mis palabras salieron tan sutiles como si temiera cualquier cosa.

"Siempre estoy nervioso"

A pesar de solo tener catorce años lo entendí perfectamente, el tenía 16 en ese entonces y estoy seguro que tambien sintió esa vibra. Hablamos durante un par de cosas esa noche, se sentía agusto estar con el pero habia una extraña vibra que no dejo mi cabeza en un buen tiempo.

Durante esas vacacíones nos hicimos cercanos, no demasiado como para ser mejores amigos pero algo de ello si. Recuerdo que un día entrenabamos  combate, no era algo especial y no había maestros cerca, solo estábamos en su cuarto intentándolo para matar el tiempo.

En unos instantes el me acorraló, me dejó sin salida, estaba tan cerca de mi pero no hice esfuerzo para alejarlo, solo me puse nervioso.

"Te pongo nervioso?"

Aquella pregunta comenzaba a cansarme.

"Iré a ducharme"

En ese momento sus ojos cambiaron, no eran de ese color oscuro y potente que siempre había visto en el, su semblante se relajo y por un segundo pensé que simplemente se quitaría de encima de mi.

"No me pediste permiso, no puedes ducharte sin mi permiso."

Aquella frase sonaba tan controladora, si hubiera sido cualquier otra persona hubiera salido a la defensiva pero al escucharla me quedé mudo, como si en realidad necesitará su permiso.

En ese momento el intento besarme, mi mente reaccionó y logro quitarlo. Llámenme un loco romantico pero no quería que mi primer beso fuera con el en una situación dudosa. Aunque el nuevamente me tomo antes de que pudiera salir de aquella habitación, recuerdo perfectamente como tomo mi cintura con una sola de sus manos.

Su mano estaba caliente y su respiración un tanto agitada, como si hubiera corrido un maratón. Estaba apunto de decir algo pero el sonido del timbre interrumpió.

Era mi hermano, Heeseung. El fue a abrir la puerta, los guardias no podían entrar por lo que les era imposible abrir la puerta. Yo aproveche y me encerré en el baño.

Esa noche no dormí con Jungwon, tome una vaga excusa de que tenía mucho sueño y dormí en la habitación de invitados, aunque no dormí en realidad. Incluso deja la puerta abierta esperando a que el viniera, quería una explicación y aunque odiaba admitirlo quería estar con el nuevamente.

Pero el no apareció.

Al día siguiente su madre nos llevo al almacén, revisariamos algunos productos que habían llegado y después iríamos a comer. Me mandaron a buscar a Jungwon y a Sunoo quienes habían hecho una buena amistad y en cada situación que tenían se iban, los busque por varios lados sin encontrarlos, llame a sus teléfonos y ninguno contestó.

Cuando estaba a punto de rendirme vi como el salía de un almacén y se acercaba a mi. Su atuendo estaba impecable, digno del primogénito, iba acompañado de tres guardaespaldas que rápidamente desplazo mientras se acercaba.

"Por qué estás solo? No sabes lo peligroso que es?"

Su reproche llegó a mi aunque mi mente decidió ignorarlo, tal vez en ese momento ni si quiera lo note, estaba demasiado ocupado poniéndome nervioso. La situación del día anterior seguía en mi mente.

"Busco a Jungwon y a Sunoo, ya nos iremos"

El asintió, no dijo nada y simplemente camino conmigo. Durante un tiempo de búsqueda sin resultados hubo silencio, hasta que finalmente decidimos volver para ver si ellos no habían vuelto.

Unos metros antes de llegar el paro en seco, me miró de una manera inexplicable obligándome a acercarme a el.

"Sobre ayer, no quise hacer eso. Podrías no mencionarlo?"

Extrañamente mi orgullo estaba herido, recuerdo perfectamente esa sensación. No esperaba que algo más sucediera aunque en realidad nosé que esperaba.

"Esta bien, deberíamos volver."

Esas fueron las últimas palabras que intercambiamos ese verano.

Solo quedaban un par de días que pasaron demasiado lentos, Jungwon y Sunoo no se despegaban y me sentía herido, se suponía que los tres éramos amigos. Por otro lado no podía dejar de notar las miradas de el, en cada acción las sentía, incluso después y antes de ducharme las sentía, nunca sabía dónde estaba pero sentía aquellas miradas.

Cuando me fui no nos despedimos y las siguientes vacaciones solo Sunoo asistió. Pasaron los años y nunca más volvimos a hablar.

Salí con un par de personas en forma romántica, me enamoré perdidamente de un chico, me gradué de la preparatoria, me rompieron el corazón, vi a Heeseung asumir el puesto de líder cuando mi padre se retiro y poco a poco Sunoo y yo tomamos posición en el negocio.

Aunque el también salio con alguien más, con muchas personas en realidad.

De alguna manera, nunca eh podido olvidar aquel verano, han pasado siete años y aquel verano de cuando tenía catorce sigue en mi mente.

Nunca volví a sentir esa intensidad por más que lo busque.

Decidí retirarme de la vida de la mafia a los 20 años, comencé a estudiar la universidad y tener un trabajo de medio tiempo como mesero. Siempre había soñado con estudiar arte y finalmente lo había logrado, poco a poco comencé a ser un universitario normal, salir a fiestas y acostarme con múltiples personas eran mis fines de semana comunes, intentando alejarme cada vez más de esa vida y de el.

Aunque no lo logré.

Con el tiempo cada vez pensaba menos en el.

ObsessedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora