2: Juego sucio

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Jake sentía como Sunghoon lo tomaba, como sus brazos lo rodeaban en un intenso abrazo. Sentía el aroma de su perfume mezclado con el aroma del licor, tan embriagante como seductor. Mientras Sunghoon también lo olía, el aroma de su perfume mezclado con un ligero toque de sudor y el sutil aroma de contaminación debido a viajar en transporte público.

— Heeseung te mando? — El más bajo pregunto a la defensiva, su cuerpo finalmente se alejo del mayor y tomo asiento en uno de los sillones.

Si algo le habían enseñado era que para mostrar seguridad debías ocupar todo el espacio posible.

— Estás loco? Sabes que no se nos permite hacernos favores.

El mayor hablo tomando asiento frente a el, le gustaba cuando sus miradas conectaban.

Aquella era cierto, las familias Park y Shim tenían una única regla "No traiciones y no alianzas" aquello era para no romper el vínculo que ambas familias habían logrado, sus familias no se metían con la otra de ninguna manera. Las alianzas tambien podrían provocar enemistades.

— Entonces que haces aquí?

— Te extraño.

Ambos mantenieron sus miradas frías y sin expresiónes. Ambos habían sido educados para aquello, mostrarse débil era el peor de los errores.

— Sunghoon, es momento que me dejes en paz. — Jake suspiró alzando su mano para servirse en el vaso medio vacío, supuso que era de Sunghoon así que lo tomo. Whisky puro. — Me has atormentado desde que tengo catorce años, no te das cuenta? Yo me aleje de toda esa mierda.

El mayor alzó una de las cejas al escuchar las palabras de Jake, ni si quiera miro como aquel chico robaba su vaso de cristal. Aunque si noto como la camisa apretaba sus músculos al sentarse, como sus piernas se marcaban en su pantalón y como una ligera capa de sudor estaba posada en su cuello.

— Heeseung instalo a sus hombres fuera del lugar. Tienes dos opciones o te vas conmigo o haces un escándalo fuera del club, es tu desición, Jeicky.

Jake sabía que esas no eran opciones, su única opción para irse pasando desprevenido era irse con el, pero como avisaría a Riki? Tal vez solo un mensaje de texto bastaria.

— Bien, me iré contigo. Pero después te mantendrás alejado de mi, para siempre.

Sunghoon rió.

— Sabes que no lo haré.

La mandíbula de Jake se apretó cuando escucho aquello.

Jake siempre omita algunas partes que le desagradaban, algunas partes de la historia que odiaba. Sin embargo nadie es bueno, ni malo.

Tal vez, algún día Jake se atreverá a contar aquello.

(...)

El viaje de regreso a Australia fue tortuosamente lento.

Que horrible era el proceso.

— Por que no tomamos un avión directo? — Jake reprochó. — Odio hacer escalas.

El mayor quien iba a su costado en la camioneta escuchó su comentario con atención.

— La situación es crítica en el negocio. Si tomamos un avión directo nos estamos arriesgando.

— No tienes uno privado?

— Jake, has estado lejos de esto mucho tiempo. Tenemos más enemigos que aliados.

La dinastía Park había crecido en los últimos años. De ser aquella mafia "contrincante" paso a ser "la mafia" con territorios expandiéndose y mayor producción de producto. Con ello se habían creado enemigos. Sin contar que la mafia Shim seguía siendo la mafia más poderosa del norte, nadie sabía dónde estaba Jake y el era el segundo blanco. Sin Heeseung, Jake sería el heredero después de todo.

3 vuelos habían sido cansados.

Jake había olvidado cuánto odiaba ese mundo, no fue hasta que estaban en la entrada de la mansión Shim. Por suerte los guardias conocían a los hombres de Sunghoon por lo que no hubo revición, pero notó como todos lo miraron cuando bajo del coche.

El hijo maldito.

Sunghoon no entro. Mencionó que solo quería asegurarse de que llegara bien y como ya lo había hecho se iría.

La casa era exactamente como Jake la recordaba, fría y sola.

— Jake? — Una voz dulce lo asusto. — Dios mío, Shim. Dónde has estado?

Aquella voz solo podía ser de una persona; su medio hermano Sunoo.

— Sunoo, has crecido.

— Desapareciste cinco años, es obvio qué crecí. — El más chico se acercó hasta Jake dándole un ligero abrazo. — Ya no tengo 17 años.

— Eres una buena mano derecha de Heeseung.

— Oh mierda, no. — El menor se encogió de hombros. — Ya no se me permite interferir en los negocios, papá no cree que cumpla con el papel.

Otra cosa que Jake odiaba de su padre, siempre hacia menos a Sunoo. El señor Shim odiaba la existencia de Sunoo simplemente por qué no era su hijo legitimo pero el tenía la culpa, no? Nadie lo mandaba a embarazar a alguien fuera del matrimonio.

Y entonces el señor Shim había empezado a decir que Sunoo era demasiado ligero de carácter, aunque Jake había visto a Sunoo en acción. Era todo menos condescendiente.

Después de que Sunoo lo puso al día de todo se despidieron. Sunoo tenía un compromiso y Jake solo esperaba la llegada de Heeseung. Finalmente llegó al rededor de las 10 P.M.

Heeseung entro hablando por teléfono a su oficina, ni si quiera noto la presencia de Jake hasta que prendió las luces. Aunque no se asustó, solo sonrió ligeramente y corto aquella llamada, como si supiera que estaría ahí.

— Idiota.

Jake río ligeramente.

— También te extrañe.

— Sunghoon te trato bien? — El mayor negó con el rostro. — Mandé a mis hombres pero finalmente saliste con el.

— No vuelvas a mandar a tus hombres a buscarme. — Jake suspiró. — Vine por qué no tenía opción, Sunghoon es especialmente idiota, pero nosé quien lo es más si él o tú.

— Siempre tan simpático, pero bueno. — Heeseung tomo asiento del otro lado del gran escritorio en aquella sala de trabajo. — Como te convenció nuestro primo para venir con el?

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