Obsessed

10: La fiesta de Jungwon 2/2

Advertencia de contenido +18 y no sensible, se recomienda saltar si es necesario.

No habían pasado ni dos segundos de que Félix había dejado aquella habitación cuando Sunghoon se abalanzó contra Jake. Tomando sus manos y acorralando sobre una de las paredes cercanas que encontró.

— Te dije que tenía que cuidarte. — Park habló, aún con esa furia en sus palabras y en sus ojos. — Pero no importa con quién te beses o con quién te revuelques. — Al decir aquello y sentir la mirada penetrante de Sunghoon sobre él, Jake dejó de poner resistencia. — Porque eres mío.

Él menor no tuvo tiempo de protestar, cuando menos se dio cuenta los labios de su mayor ya devoraban los suyos con desdén y como si en realidad quisiera arrancarlos. Durante unos segundos Jake puso algo de resistencia, intento empujar a Park recordando que aún estaban en aquella fiesta.

Sin embargo, a Sunghoon eso ya no le interesaba, sus ojos llenos de furia rápidamente se convirtieron en miradas lujoriosas queriendo marcar completamente al menor, tenerlo a su merced.

Finalmente, Jake cedió, abriendo sus labios para que así la lengua ajena entrara en su cavidad. Sunghoon lo cargó, tomando sus piernas mientras lo elevaba y devoraba su boca al mismo tiempo, con tanta ligereza como si cargará una pluma lo llevó hasta el sillón largo donde segundos antes Jake y sus amigos hablaban animadamente.

Jake se odio por actuar tan sumiso ante él mayor y una parte de él quería golpearlo, salir corriendo y dejarlo ahí, otra parte de él se acomodó en aquel sillón cuando Park se subió en él, posicionando sus manos a los costados para no dejar caer su peso en él menor y con euforia besando su cuello.

Después de unos segundos lindas y notorias, muy notorias, marcas se encontraban en la piel levemente bronceada de Jake. Shim se obligó a abrazar el cuerpo de Park cuando él mayor deslizó sus delgadas y frías manos sombre su dorso deslizando estás hasta los pezones de Jake. Por supuesto Jake no tenía tanta sensibilidad ahí como aquella parte que Park masajeaba con su rodilla, sin embargo, ambos movimientos juntos y el toque frío del mayor lo hacían delirar.

Él menor empezó a sentir como una tienda de campaña se instalaba en sus pantalones entre aquellos besos húmedos y el cómo Sunghoon se frotaba tan descaradamente en su entrepierna dispuesto a provocarlo hasta que estuviera tan sumiso que rogara por él.

— Si lo vas a hacer, solo hazlo. Maldita sea. — Él menor habló en un leve susurró, intentando formular aquella Oración sin jadeos de por medio. Sunghoon desabrochó la molesta camiseta del menor agradeciendo a todos los santos posibles por qué esa noche Shim había decidido usar una camiseta de botones, el que le colgará lo hacía lucir jodidamente sexy y no tardó más de cinco segundos para adentrar su mano en la ropa baja del menor. — Sunghoon, solo hazlo.

El mayor negó.

— Jake, no puedo hacerte mío si no eres mío. — Park habló con un tono suave, tono que incluso parecía mostrar tranquilidad, pero su mano ya había comenzado a masturbar el miembro de Shim. — Jake, dime qué me amas. — La velocidad de Sunghoon aumento, logrando que él menor comenzará a jadear. — Jake, por favor. — Cuando Jake pudo sentir que se vendría él mayor puso su dedo pulgar en el orificio ajeno, haciendo que el semen del menor se contrajera, aunque su miembro ya estuviera lo suficientemente empapado por el pre-semen. — Jake, dime qué eres mío.

Definitivamente Jake lo odiaba. ¿Cómo podía no dejarlo llegar? Sunghoon no había hecho más que masturbarlo y besarlo y él ya estaba como un tonto colegiala que se viene con porno, pero claro, eso no le bastaba a Park, todavía quería que él menor se avergonzara más diciendo algo como aquello.