Capítulo 5

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Narra Amber.

- hoy es la reunión nuevamente en el hotel. - le digo a Sebastián mientras reviso el documento

- lo sé, ese Rey te tiene que dar los documentos

- ya veremos cómo se desenvuelven las cosas en ese lugar. Una cosa es segura, algunos se encuentran interesados en negociar.

- si pero, si ese hombre dice que no, se echarán para atrás

- que fastidio - digo harta - consigue algo sucio de ellos, lo que sea y utilicemos lo en su contra

- está bien

- perfecto.

- algo más? - dice Sebastian tedioso

- si, consigue lo que te pedí, esos viejos aman el dinero. Cuando estuve con Caín, les tenía un porcentaje balanceado a ellos, pero si nosotros ofrecemos más de ello, seguro se voltearan. De todos modos, son viejos zorros y nada es personal.

- que harías sin mi? - dice sarcástico

- beber tranquilamente sin que alguien parezca un loro en mi oído

- que graciosa, vístete y vamos a esa estúpida reunión.

Sale de la habitación y me quito mi ropa de loca, entro a la ducha.

Salgo del hotel ya lista y me dirijo a ese otro hotel, suena raro decirlo.

Me dirijo al ascensor y veo a un hombre con dos guardaespaldas a unos dos pasos de él.

Me coloco a la par de él y llega el ascensor, entramos para ir al mismo sitio.

- la oferta de ese día, sigue? - habla de la nada

- si - digo de forma simple

- bien, quiero negociar.

- a si? No está atado a lo que diga si Rey?

Escucho una risa burlona.

- si le soy sincero, no me es de gran importancia lo que diga o piense Rey.

- vaya, algo nuevo

Llegamos al piso e iba a salir.

- quiero que le entienda, que si el dice que no. Mi voluntad de negociar seguira en pie

Miro sobre mi hombro.

- ya lo veremos. - contesto

Nos dirigimos al salón de reunión y ya la mayoría se encontraba adentro, menos la cabeza de todo esto.

Siento las miradas de todos en mi, pero las ignoro.

Todos se quedan callados al ver a Caín entrando por esa puerta y cada uno toma su lugar, quedando sin puesto.

- puedo ver qué sigue un intruso en mi lugar - lanza ese comentario de la nada.

- Rey, qué ha pensado en base a la oferta de los italianos?  - pregunta uno de ellos

El se queda en silencio.

- puede ser, pero bajo mis términos - otra vez esa maldita palabra.

Si que intenta hacer.

Me acerco a la mesa pero no me mira a la cara.

- si no es a mis términos, no aceptaré nada y tendrán que volver a Italia de inmediato

Me rio

- es gracioso que actúes como el dueño de este país, cuando simplemente eres narcotraficante. - digo con burla y todos se quedan sorprendidos con mi manera de hablar.

Intolerabilis Attractio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora