𝑊𝑎𝑖𝑡𝑖𝑛𝑔 𝐺𝑎𝑚𝑒| Sansa Stark

II.

CON LA AYUDA DE SHAE, Sansa se estaba preparando para el día. No iba a ver mucho a Raya hoy, ya que la otra chica estaba pasando el día siguiendo a su abuelo. Sería la primera vez en semanas que pasarían tanto tiempo separadas.

—¿Qué quería Lord Baelish?— preguntó Shae.

Sansa se miró en el espejo y sonrió inocentemente, —Él no quería nada, solo se interesa porque se preocupa por mi madre—.

Shae se burló: —Los hombres quieren una cosa de las chicas bonitas—.

Sansa se rió entre dientes, —Littlefinger no está enamorado de mí—, se puso de pie, ligeramente sonrojada, —Además, tengo a Raya—.

Shae levantó una ceja mientras ayudaba a Sansa a ponerse el vestido, —¿Lo haces ahora?—

Sansa asintió con entusiasmo, —Cuando estoy con ella, finalmente entiendo lo que la gente quiere decir cuando habla de amor—.

Shae le sonrió a la joven, —Me alegro, pero el amor no es lo que Littlefinger quiere—.

Sansa hizo una pausa. ¿Quiso decir? ¿Quería tener sexo con ella?

—Es demasiado viejo—, dijo Sansa, disgusto en su voz.

—Los hombres nunca lo ven así—, dijo Shae, mientras ataba el vestido de Sansa. —Si él te pide algo, quiero que me lo digas—.

Sansa sonrió, —¿Por qué, qué vas a hacer?—

—Haré que se detenga—, el tono de Shae era serio y hablaba en serio. Sansa sabía que Raya y Shae nunca dejarían que Littlefinger ni nadie la lastimara. Entonces llamaron a la puerta.

—Ser Loras Tyrell, mi señora—, dijo un hombre.

—Hágalo pasar—, le dijo a Shae, comprobando su reflejo por última vez. Quería dar una buena primera impresión a los Tyrell.

Loras entra con una sonrisa cortés, una que todos los Tyrell parecen haber dominado, —Lady Sansa—.

—Ser Loras—, saludó Sansa.

—Mi hermana Margaery te invita a tomar el aire con ella y nuestra abuela, Lady Olenna, en los jardines. ¿Puedo acompañarte hasta ellos?—

Sansa miró a Shae antes de asentir.

(...)

Cuando Loras y Sansa llegaron a Margaery Tyrell, Sansa volvió a sorprenderse por su belleza. Era conocida por usar vestidos demasiado bajos o que mostraban mucho la espalda, pero Sansa descubrió que se ajustaba muy bien a su imagen. Se dio la vuelta y le dio a Sansa lo que parecía una sonrisa mucho más genuina que la que le dio en los jardines cuando vino a llevarse a Raya a un lado.

Ser Loras se despidió y Margaery la condujo a través de los jardines hasta donde estaba sentada una señora mayor.

—Lady Sansa, es un honor presentarle a mi abuela, Lady Olenna de la Casa Tyrell—, Olenna Tyrell le sonrió a Sansa.

—Es muy amable de tu parte visitarme, debo decir que lamento mucho tu pérdida—, Sansa notó que la expresión de la mujer se tornaba de lástima.

—Y lamenté cuando me enteré de la muerte de Lord Renly, Lady Margaery—, dijo Sansa girándose hacia la otra chica, —Fue muy amable—.

—Sí, y encantador y muy limpio vestido y podía sonreír, y de alguna manera le dio la noción de que podría ser rey—, dijo Olenna. A Sansa le preocupaba haberla molestado o haber dicho algo malo.

—Abuela, papá lo quería, al igual que Loras—.

Olenna puso los ojos en blanco, —Loras es muy bueno golpeando a los hombres con un palo, eso no lo hace sabio y a tu padre un pequeño gord- —