El día estaba por terminar.
Pero para Roier apenas estaba comenzando.
No pudo evitar seguirle el paso a Quackity en cuanto le dirigió la palabra y después se alejó.
Como una necesidad desesperada de querer tenerlo cerca, de nunca más volver a perderle el rastro, de cuidar que en todo momento estuviera a su disposición.
Y Cellbit no tuvo mas remedio que ir tras él. No podía dejarlo unirse a esa misión sin su ayuda, no después de lo que dijo Maximus y no después de verlo así.
Necesitaba de él, como siempre había sido, uno necesitando del otro desde que cruzaron miradas, y Cellbit pensaba seguir respetando esa costumbre.
Pasara lo que pasara.
Pero en la cabeza de Roier solo había una cosa, y era que no podía permitirse un intento fallido más.
No lo soportaría.
Su corazón está vez quizá no lo aguantaría.
Su amigo, su chico, su Quackity, que incontables veces describió como la persona que mejor conocía dentro de la isla, ahora como el misterioso hombre con incógnitas por resolver.
Maximus había empezado a hablar sobre las rutas de viaje y en como serían divididos el grupo para facilitar las expediciones, pero el seguía con la mirada anclada al más pequeño movimiento del chico.
Llegó un punto en donde no supo si lo cuidaba o vigilaba. Después de todo no lo conocía, era incluso extraño que apareciera entre todos tras irse por años.
¿Qué planeaba realmente?
Si no regresó por Roier ¿Porque lo hizo exactamente?
Estaba ahí por el agujero negro, era claro, pero a Quackity nunca le importó en lo más mínimo el bienestar de la isla desde que decidió alejarse de los habitantes.
Roier tenía en su cabeza una maraña de emociones muy grandes, más de las que él podía controlar.
Ambos estaban a cada extremo de la oficina, Maximus decidió dejar fuera de ella a quienes no tuvieran habilidades tan pulidas como los que ahora estaban dentro.
Necesitaba líderes para cada equipo, y parecía que ahí tenía de sobra.
Roier se tomó un tiempo y lo miró de pies a cabeza. Una apariencia intimidante junto a demás detalles empezaron a dibujarse en su cabeza, como si memorizarlo fuera su nueva misión de vida.
Había crecido, su estatura definitivamente aumentó. Su playera de vestir atrapada en un cinturón de piel junto a esos jeans ajustados que daban a sus piernas una imagen de ser largas.
Una botas lo bastante cómodas para andar entre espacios rocosas, relieves y entre más terrenos montañosos.
Esa chaqueta de mezclilla, color negro al igual que sus pantalones, ajustada pero desabrochada, adornada con un delgado moño rojo en el cuello dándole un toque diferente a su conjunto.
Y ese sombrero, que momentos antes no traía puesto pero que ahora, dentro de esa oficina, lo hacían ver como el chico más intrigante de todos.
Como gritando ser revelado ante todos.
Parecido a un mariachi con un sútil toque de elegancia.
Atractivo, eso pensó.
La quijada y labios eran lo único que se dejaba ver a contra luz.
Y ese cabello, más largo que de costumbre... Roier se sintió abrumado, quería expresarle lo genial que se veía con su nuevo estilo, quería mirar sin presión cada parte de.
![](https://img.wattpad.com/cover/348617277-288-k109521.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Si Tu Me Quisieras || SpiderDuck
Fiksi PenggemarEntonces comenzó a odiar cada cualidad de su personalidad porque no quería amar algo que no podía tener, algo que nunca iba a ser para él.