Talk Fast || Ashton Irwin || Enemies To Lovers

Capítulo 2 - La Banda

⭑ ★ ⋆ ★ ⭑ ★ ⋆ ★ ⭑

Las siguientes dos semanas me dedique todas las tardes con los chicos a buscar un lugar donde pudiéramos hacer la recaudación, terminamos optando por usar el Garage de la casa de Carlos. Su mamá nos dio el permiso, con tal de prometer recoger todo al terminar y no meternos en más problemas "legales". Y ser precavidos con el sonido de las bocinas, pues desde hacía un tiempo uno de los vecinos, el señor William, quien no toleraba los alborotos, últimamente su pasatiempo se había vuelto llamar a la policía por disturbios, y quebrantar la paz.
En cuanto a mis talleres, bueno, el chico teñido resultó ser más divertido e interesante de lo que parecía, llegandome lo a topar algunas veces fuera de la hora de los talleres; un ejemplo fue en la biblioteca donde platicamos un gran rato sobre él y sus amigos, algunas coincidencias en cafetería, y la última vez en las gradas viendo el partido del equipo de fútbol de la escuela.

⭑★⭑Hace una semana ⭑★⭑

Estaba guardado mis libros en mi casillero, un ruidoso aclaramiento de garganta llamó mi atención, haciéndome cerra mi casillero más pronto de lo normal, apareciendo en mi campo de visión, Michael, cómodamente recargado en los casilleros de lado, esperando a que notará su presencia.

—Y nos volvemos a ver querida, Jaqui.

—Calma, galán, te vi apenas ayer  —ambos reímos.

—Aún así, ya extrañaba a mi maestra  —ambos comenzamos a caminar por los pasillos.

—Pues yo espero que en tu extrañar, estés estudiando como te lo dije, según entendí necesitas un excelente nota para no reprobar.

—Así es, y por eso mismo tú eres mi amiga-profesora-salvavidas. He estado repasando todo, y también he estado prestando mucha atención durante tus clases.

—Sí, eso lo sé bien, tus constantes miradas, tus comentarios graciosos en mitad de clase aunque a modo de pregunta, según tú, más incontables dibujos del número 5 junto a unas rayas de carcelero, en cada ejercicio que te reviso.

—¡Oye! —alega— Primera, no son rayas de carcelero es un logo que estoy creando.

—¿Ah sí, y para qué cosa? Si puedo saber —lo miro, deteniéndome frente a mi salón de literatura.

—Te lo diré, pero es un secreto —se acerca a mí, hablando en tono bajo y mirando a los lados—,  debes prometer guardarlo, nena.

—Lo guardaré tanto como dejes de decirme "nena" , no me gusta  —lo empujó con mi dedo en su pecho.

—Bien, señorita —rueda los ojos, conservando esa sonrisa maliciosa— tengo una banda.

—¿¡Qué!?  —alzó un poco mi voz.

—Ssshhh.

—Lo siento —cubro mi boca por instinto—  estoy sorprendida, cuéntame más, ¡una banda, eso es grandioso!

—¡Verdad que sí! —ambos damos un pequeño grito de emoción.

—¡Por supuesto!

—Aunque muchos aquí en la escuela, piensan que es ridículo.

—Por favor, ¿a quien no le agradaría una banda?