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-Es momento de terminar.. lo sabes, cierto?

-Si, siempre lo supe- decía nie huaisang- Ayudarte a sanar para que luego acabes conmigo.. es algo de lo que siempre estuve consciente-

-Esto no puede acabar mal, me ayudaste mucho y no quiero estar lejos de ti- decía wen ning

-Yo tampoco, quisiera estar siempre contigo- 

-Seamos amigos, así podremos estar para el otro-

-No-

-Pero, porque no?

-Porque yo aun te amo, aun sigues en mi corazón y el recuerdo de que alguna vez te ame seguirá conmigo siempre. Cada vez que te mire o me toques.. no será igual nunca porque este sentimiento jamás abandonará mi cuerpo-

-..Y-Yo se que podrás superarme, quizas en ese momento nosotros-

-Tienes razón, lograre superarte y eso es un hecho pero aun así..¿quieres que sea un proceso doloroso para mi? Mientras que tu disfrutas teniendome a tu lado, yo solo podre observar como tu vida continua en perfecto estado mientras que yo me ahogo en la agonía de no ser nada tuyo.. nada más que un amigo y no el amante que estoy acostumbrado a ser-

-...No quiero esto-

-Ya sucedió, acabas de hacer que suceda- decía nie huaisang dándole un corto abrazo pero lleno se sentimiento a su ahora ex pareja

-¿Volveré a verte? Podremos vernos luego, no?

-No, será como si nunca hubiera existido para ti pero el sentimiento y las memorias quedarán para que recuerdes que mi presencia fue verdadera.. Este es el adiós definitivo wen ning-

-...Espero que te vaya muy bien-

Huaisang camino sin mirar atrás pero a cierta distancia se detuvo y dijo "No te atrevas a intentar encontrarme porque si vuelves a verme la frase donde fuego hubo cenizas quedan se hará canon, adiós canela"
Como si no hubiera pasado nada, como si mañana fueran a verse nuevamente.

En ese instante wen ning recordó el momento exacto donde todo comenzó, el minuto donde se dio cuenta que amaba a ese hombre con todo su ser y que ahora por una ilusión de gustar lo había echado todo a perder.

El se había equivocado, sus sentimientos hacia el ser inteligente más vago del mundo seguían intactos e igual de fuertes que al inicio.

Las lágrimas en su mejillas confirmaban que no había vuelta atrás y sólo estaba destinado a confiar en el futuro.

Confiar en que en algún momento el destino volvería a unir sus vidas.

Pero huaisang lo había decidido, jamás volvería a tropezar con la misma piedra.

Ese día lloró y sufrió todo lo que pudo.. pero nunca más volvió a pensar en aquel nombre que luego de unos años olvidó.

Wen ning.

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