Capítulo 12

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Su corazón latía demasiado rápido por todo el miedo que sentía. La habitación en la que se encontraba era fría, oscura y llena de polvo y telarañas, lo único que podía mantenerlo mínimamente calentito era su madre que lo calentaba con un fuerte abrazo. Ambos estaban sucios debido a los tres días que pasaron secuestrados y muy asustados, pero la omega trataba de disimular su miedo para no asustar más a su hijo.

El niño de tan solo seis años de edad había presenciado en primera fila como un grupo de alfas agredía físicamente a su madre, la cara de su hermosa madre estaba llena de moretones lo que la hacían irreconocible.

Gracias a un pequeño hueco en la pared podía saber que era muy de noche, con eso se daba fin al tercer día encerrados y le daba la bienvenida a un cuarto día encerrados en el lugar. Deseaba con todas sus fuerzas que su padre viniera a rescatarlos.

Tanto él como su madre se encontraban muy débiles a consecuencia de la falta de comida, las condiciones en las que estaban podrían considerarse inhumanas, el terror que sentía el niño era tan grande que se orinó varias veces encima.

De pronto la puerta de la habitación se abrió y por ella ingresaron tres hombres que los sacaron a la fuerza del lugar, la madre veía venir lo que estaba por pasar y por más que luchara no podía soltarse del agarre que los hombres mantenían sobre ella. Madre e hijo fueron tirados en el suelo, frente a ellos estaba un hombre de traje negro que parecía ser el jefe y dueño de la mansión en la que estaban.

Con una señal del hombre los sujetos que los habían traído los ataron de brazos, a la madre le vendaron los ojos y amordazaron al niño para evitar que gritara. La mujer comenzó a gritar y llorar desesperadamente provocando a la vez el llanto de su pequeño.

— Cállate de una puta vez o de lo contrario mataré al bastardo de tu hijo — Le amenazó el hombre de traje negro, un alfa dominante — No te hagas la santa que tú misma te lo buscaste.

— ¡Por favor te lo pido haz lo que quieras conmigo, pero no le hagas daño a mi bebé! — Rogó entre lágrimas, desesperada.

— ¡Cállate! — Gritó furioso — Te mandé a matar a Jung no a que dieras a luz a su bastardo — Habló con desprecio.

La familia Song y la familia Jung desde sus inicios habían sido las mafias más importantes e influyentes del continente asiático, pero la codicia Joongki no le permitía conformarse con eso ¿Por qué compartir poder con Jung, si podía tenerla toda para el mismo? Por ese motivo mandó a una de sus trabajadoras más sumisos a hacer el trabajo pesado, ella se veía tan común que no levantaría sospechas.

Pero se equivocó, en cuanto ella pisó territorio enemigo fue descubierta, Joongki estaba seguro de que fue así debido al nerviosismo y a la incompetencia de la muchacha. Sin embargo, estaba equivocado.

— ¡Te lo ruego por favor! — Suplico, la escena era humillante — ¡Yo tengo la culpa y aceptaré cualquier cosa que me hagas, pero por favor no lastimes a mi bebé! — Arrastró su cuerpo tanto como pudo para llegar al alfa.

Dolía como el infierno o al menos eso es lo que pensaba él, la mujer que amas y que te ha traicionado suplicándote perdón por haberse enrollado con tu más grande enemigo. No lo permitiría, nunca perdono y nunca lo haría y mucho menos por una ramera más del montón.

— Es una lástima si me hubieras elegido a mí no estarías pasando por esto — Susurró con cólera y sus ojos lo demostraban haciendo aún más aterrador para la omega y su hijo.

La mujer logró escucharlo y su cuerpo se llenó de odio por las falsas palabras del hombre para ella era muy claro que el alfa estaba confundido con respecto a sus sentimientos. Lo que sentía por ella no era amor tan solo le jodió que su juguete favorito escapara de él y se fuera con otro.

Castillo de naipes [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora