- ¿Estas segura de esto? - preguntó dudosa la de hebras rubias
- Claro, no me mal entiendas, lo amo mucho. Pero en todas mis relaciones eh sido traicionada, me sentiría más segura si supiera que el no me engañaría - comento en un susurro
- De acuerdo, Katana-san - dijo rendida
- Muchas gracias, Aoi-san - sonrió leve
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Un chico de cabello morado se paseaba por los pasillos de la U.A con las manos en los bolsillos del pantalón, buscaba a su novia para comer con ella, pues hace días que no pasaban mucho tiempo juntos.
De un momento a otro, estaba dentro de un armario donde se encontraban cosas para la limpieza de la institución, con los nervios presentes bajo la mirada, encontrando a una chica rubia de ojos verdes, con una buena figura y buenos atributos.
¿Por qué lo había metido ahí?, ¿Acaso quería secuestrarlo?, ¿Hacerlo carnitas?, ¿Torturarlo?. Ok, realmente estaba sobrepensando las cosas de forma dramática, pero, ¿Cada cuanto tiempo una chica lo metía a un armario pequeño donde a penas y había espacio para respirar?.
- Hola, Tamaki-kun - sonrió coqueta
- Eh, ¿Ho-hola? - dijo evitando el contacto visual
- Perdona que te metiera aquí - dijo, apenada - Pero, quería decirte que me gustas mucho
- ¿Ah?
- Si, me gustas desde el año pasado - se acercó un poco más al chico - y ya no podía aguantar más sin estar cerca de ti
La rubia paso sus brazos por los hombros de Amajiki, el de tercer año se quedo sin habla unos segundos, no era normal que alguien se le declarara así como así, a menos de que fuera Mirio.
Tres segundos después cuando reaccionó, tomo los antebrazos de la chica y la elejo de el. Por primera vez desde que estuvo dentro del lugar, la vio a los ojos directamente de manera sería, tomo aire y valor para soltar las siguientes palabras.
- Lo siento, no quiero ser descortés, eres linda y se ve que eres amable - habló sincero y sin titubear - pero no quiero nada contigo
- ¿Cómo? - expreso confundida
- Ya tengo a alguien especial por quien daría la vida - sonrió leve - jamás la traicionaría de ninguna manera
- Entiendo - dijo cabizbaja
- Tu eres bonita, ya encontraras a alguien que sea bueno para ti, pero ese no soy yo - negó con lentitud - disculpa
Salió del cuarto y se fue a seguir buscando a su novia, tenía que contarle lo que pasó antes de que alguien más lo hiciera y se provocará un gran malentendido.
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Por otro lado, Katana y Aoi estaban sentadas en las escaleras qué daban a la azotea, ambas no decían nada, simplemente parecían idas, hasta que la rubia interrupio el silencio.
- Bueno, no salió como esperabamos, o mejor dicho, no salió como lo planeamos - comento pensativa
- Si - hablo en un susurro
- Se nos adelantaron - río leve - vaya, no tuve que fingir que me gustaba, alguien más lo dijo de verdad
- Por un momento sentí miedo - confesó - pensé que diría que si - suspiro aliviada
- Ya ves que no, el realmente te ama - vio a la peligris con una sonrisa
- Si - expreso alegre - me siento más segura ahora - aseguro la ojiverde
- Me alegra mucho - habló sincera
Ambas vieron cuando Tamaki fue metido al cuarto por la chica y desde afuera escucharon todo, sin ser descubiertas.
El plan no salió como lo planearon, pero vaya que la respuesta fue perfecta.
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Katana bajo las escaleras con rapidez mientras buscaba a su novio, después de unos minutos, lo encontró saliendo de la biblioteca, supuso qué la estaba buscando.
Corrió hacía el llamando su atención, se abalanzó contra el provocando qué la cargará sujetando la por los muslos para evitar que la chica cayera.
- Te amo, Tamaki Amajiki - fue lo primero que dijo
- Yo también te amo - le hablo al oído de forma suave
Ya habría tiempo para contar los sucesos pasados...