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Pereza.

Llego la hora, las puertas se empiezan a abrir, Ira va marchando conmigo directo a la salida luego de haber tenido un largo rato conmigo. Me siento un poco mal, tengo el presentimiento de que algo así no volvera a pasar. <<Que triste, la verdad no me quería ir. ¿Quien habría pensado que me terminaría acostando con un ángel de labios rosados y suave piel?, Que suerte tuve.>> Una luz blanca aparece haciéndome quedar ciego, sigo caminando y una vez fuera de la habitación, fui abriendo a duras penas mis ojos encandilados, alcance a ver dos siluetas oscuras que se fueron aclarando poco a poco; hago el esfuerzo de enfocar más la vista hasta dar con Codicia y Gula parados en el centro de la habitación; parecen ser los primeros en llegar, no hay más nadie.

Codicia al cruzar mirada con nosotros sonríe de alegría, caminando para recibirnos con los brazos abiertos.- Nos vemos de vuelta las caras otra vez.-Me da un abrazo con palmadas en la espalda y con Ira hace lo mismo.- ¿Cómo les fue?.

—Bien, la verdad nos fue bien —dice Ira y a la vez me echa un corto vistazo para dar una pequeña risilla con sus labios rosados. Haciéndome recordar lo que pasó hace buen rato. <<Está mujer es malvada>>

Codicia, si supieras lo que pasó en mi habitación, quedarías de boca abierta.

—Si, nos fue bien, pensé qué sería algo peligroso estar allí dentro —. Finjo una sonrisa. <<Si que fué peligroso estar encerrado con Ira.>>- díganme, ¿Como les fue a ustedes?

Me muestra una sonrisa tan cálida atraves de su barba canosa.
—Tambien me hice la idea de que sería algo peligroso; pero al contrario, fue relajante y desestresante pasar el rato junto a Gula.

—¿Armó berrinche?

Gula contesta molesta—¡ey! ¡No lloré!

Me echo a reír por su reacción— No te creo.

—Callate —. Se sonroja de la vergüenza.

Codicia dice entre risas— No, no botó ni una lágrima; más bien estuvo muy serena en todo el rato que pasamos encerrados.

Gula saca la lengua burlándose en mi cara y reacciono riéndome.

—pues me alegra muchísimo saber que esa loca no lloró y que estén bien.

Aún me sigue sorprendiendo el saber que Gula es una mujer mayor con problemas sociables muy notables.

Se abre otra puerta, llamando nuestra atención ¿Quien será?; un pie femenino sale de ella, claramente es de Orgullo, quien sale con un aspecto altamente diferente al que siempre tiene.... ¿Que rayos le pasó? Parecen muertos... ahora claramente Orgullo al salir se le ve evasiva pero, a Codicia no se le escapan.

—Orgullo, Envidia, bienvenidos. ¿Cómo les fue? —preguntó gritando Codicia con su relajada sonrisa.

Orgullo se detiene y nos mira con cara de perro—nos fue bien, ahora no me jodas, estoy algo estresada porque me obligaron a entrar con este maldito
—. Ni siquiera se tomó la molestia de señalar a Envidia. Ella solo voltea y sigue caminando.

Codicia quitó su sonrisa dirigiéndose a mi— Que pena por esta chica, no debe tratar así de mal a todos. Que niña mal educada.

Orgullo se detiene; escuchó claramente lo que acaba de decir Codicia. <<Esto es malo.>> Voltea otra vez dirigiéndose a nosotros con enfado. Al llegar le planta cara a Codicia—¿Sabes algo anciano? ¡Vete a la mierda! —. Le saca el dedo en su propia cara y se va enojada al baño tirando con fuerza de la puerta.

La Habitación BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora