página XII

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Un bosque de nieve.

No es una superficie plana, no es una superficie cálida, tampoco una superficie limpia; es una superficie húmeda, llena de ramas y hojas secas, pequeñas rocas, gran vegetación verde, un poco de nieve, con altos y sombríos árboles de pino, quienes acordaron con las nubes no dejar entrar la luz del sol dando un tono frío al ambiente; El ruido de las aves escasea mucho por este lugar, y la soledad conquista mis alrededores mientras el humo de mi aliento se esfuma en el aire con cada respirar; es hermoso, agradable, disfrutable y reconfortante... <<Quiero vivir en este lugar para siempre...>> me dije tomando un aire y cerrando mi ojo para disfrutar un segundo más de esta belleza.

Escuche algo detrás de mi, pegue un pequeño brinco abriendo mi ojo en alerta, y así encontrarme con la sorpresa de una ardilla <<!Oh por Dios!, que alivio>> dije en mi cabeza mientras sostenía mi pecho agitado del susto que me acabo de llevar. Volví mi mirada hacia la ardilla que iba corriendo a trepar un árbol y eche a sonreír de alegría<<Que hermosa es, creo que nunca ví una ardilla.>> Empece a apreciar a la linda ardilla roja subiendo el tronco del pino, esquivando lo que parecía ser una carta clavada en este. Al parecer esto es otra obra de los que se hacen pasar por "Creadores." Ya me extrañaba no ver una señal de ellos por ningún lado. Empecé a cruzar por encima de la tierra oscura, pisando ramas y hojas secas hasta llegar al pino dónde yace la misteriosa carta y, estirar mis manos para tomarla con prudencia sin dañarla. Le retire el sello rojo que llevaba y la destape. <<Espero y no sea una mala noticia.>>

"Bienvenido hijo mío; al lugar de la lógica;
la era primitiva dónde tienes que sobrevivir al mayor enemigo de la naturaleza;
El ser humano
Un ser sin alma y sin corazón
Que solo sabe actuar con miedo e Ira.

Debes huir de el para salvar tu alma mi querido hijo, resiste hasta que la bestia caze su primera víctima. Estaré rezando por ti, te deseo mucha suerte.

Att: No mataras"

Al terminar de leer la carta le raje por la mitad y luego raje los dos pedazos lanzandolos al piso. Deslice mi mano derecha por mi cabello un tanto frustrado; sabiendo que no era algo significativamente bueno lo que decía esa carta; en resumen al parecer seríamos cazados por alguien. Ya comprendo el porque estamos separados todos; puedo asegurar que se trata de aquel hombre con cara de cerdo, emocionado por empezar otra carnicería.

Suspiré irritado sin saber que hacer, mirando a todas partes. Me puse en marcha caminando muy alerta, por si me llegó a cruzar con el cara de cerdo; no quiero pasar un mal rato corriendo agitado mientras me persigue la muerte por placer.

Ira.

Mi pecho está agitado, mi respiración acelerada....

El miedo lanza adrenalina a mis neuronas.

Solo puedo correr sin mirar atrás, de aquella sombra que me empezó a perseguir después de leer la carta.
<<Debe ser la bestia buscándome para matarme... ¡No quiero morir!>> digo llorando de pavor dentro de mi cabeza.

Mis pies descalzos arrasan con la fría tierra oscura mientras corro a gran velocidad; este bosque parece ser muy extenso, no se por donde voy o a donde me dirijo <<¡corre Ira, corre!.>> es lo que repetía mi cerebrito asustado, mientras estoy corriendo sin rumbo alguno.

La Habitación BlancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora