Compensar

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Y he vuelto despues de 84 años, primero que nada me disculpo por este hiatus, espero que un capitulo de 7500 palabras y un dibujito en chibi puedan compensar la ausencia uu. Espero que les guste y ya saben, se aceptan comentarios. Posiblemente me tardare tambien para el siguiente cap pero obviamente espero no tardar años de nuevo, solo que ahorita estoy entre actualizar este, luego Como un calido sol, y tambien regresar con A Clown Housewife.

¡Espero lo disfruten!

*

"Te compensare los ratos amargos que te haga pasar, no con patéticas flores, sino con cosas que lo valgan"

Lucifer habia cumplido bien con esas palabras; desde el "desacuerdo" que habian tenido ese día que fueron de compras y que Lucifer le habia lastimado, el rey del infierno no habia vuelto a hacerle daño. Se podia decir que las semanas posteriores fueron bastante tranquilas y agradables. Para ese momento Alastor ya tenía 4 meses de embarazo, todos en el hotel se habian acostumbrado a la idea, a ver como su vientre iba creciendo y algunos hábitos habian cambiado como lo era la comida, habia cambiado sus platillos habituales por cosas más dulces, postres en su mayoría, ya que al parecer él bebe le exigía que comiera cosas dulces.

Otra cosa que habia cambiado era su atuendo, en un punto Alastor se dio cuenta que sus trajes de siempre habian dejado de ser una opción para vestir, por más que lo intentara simplemente no se veía bien asi que habia empezado a optar por la ropa que Charlie le habia comprado, esto consistía principalmente en pantalones de vestir con orilla de elástico para la comodidad de su vientre y suéteres holgados de cuello de tortuga sin ningún tipo de estampado ridículo.

Seguía sin estar muy contento con este tipo de opción de vestimenta, pero sabía que era lo mejor que podia verse dada su condición actual.

En cuanto a su trabajo... no estaba muy seguido en su torre de radio, no se sentia con muchos ánimos últimamente para su trabajo en la radio, claro, no lo habia dejado de hacer por completo, pero se habia limitado a unas 2 o 3 transmisiones cortas al día y de 4 a 5 dias a la semana, trataba de enfocarse principalmente en el Hotel Hazbin, en los avances que estaban haciendo en que ya tenían algunos clientes, con la intensión de que siguieran uniéndose más pecadores a la causa de la joven princesa.

Tambien seguía cocinando, haciendo los desayunos, aunque solo para el equipo de trabajo, la princesa habia dejado claro que no podia ponerle mucho trabajo encima y que por el momento contrataría un servicio de buffet para los huéspedes... fue justo, ademas, aunque Alastor quisiera cocinar para más personas que solo ellos, no podria. Últimamente sus poderes habian estado fallando un poco, no podia invocar sus sombras.

Bueno, si podia, pero no podia controlarlas bien, a veces podia invocarlas a veces no, o a veces desaparecían, no tenía pleno control de ellas y esto le afectaba mucho. Nunca dijo nada de eso, pero los demás lo notaron y cada vez que lo veian intentar hacer algo en lo que necesitaba de sus sombras, los demás se ofrecían a ayudarlos, al principio no le gustaba esto, pero al final termino aceptándolo y aunque no lo admitiera... tal vez le gustaba un poquito que los demás estuvieran pendientes de lo que necesitara.

Alastor podia contar muchos más contras que pros de estar embarazado, definitivamente eran más contras, pero de alguna forma se estaba acostumbrando o por lo menos ya lo habia terminado de aceptar, su nueva vida, su nuevo futuro, era mejor el poder aceptar como serían las cosas de ahora en adelante como la nueva esposa de Lucifer.

Y Lucifer... bueno, en casi todas sus facetas era aterrador, enojado lo era aún más, en sus momentos de "esposo enamorado", era bastante agradable, atento, si no hubiese conocido su lado sádico y vengativo, lo pudiese describir como todo un caballero con un lado encantador y simpático, aunque un poco egocéntrico. Podia ser demasiado orgulloso, pero no le restaría méritos, siendo el ángel que fue, su esposo era casi perfecto, solo habia algunas cosas que no podia hacer... como armar una cuna.

Fruto de odio y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora