Fruto de odio y amor

Mas que patéticas flores

Han pasado otros 84 años.... Para empezar, de nuevo lo siento por tan larga tardanza, realmente espero no tardar asi de nuevo y para compensarlo les dejo al final unos dibujos alusivos al capitulo de hoy, espero les guste y cualquier pregunta pueden comentar. Se agradece los comentarios para la autora uwu me motivan

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Después de una intensa sesión de sexo en el comedor y en el baño, ambos seres infernales tuvieron una noche tranquila tan solo abrazados y acurrucados como una auténtica pareja de recién casados que habían disfrutado de su luna de miel, lo mejor de todo era que ese día, era el día libre del hotel, por lo que podrían descansar tanto como quisieran. Ya en la mañana se quedaron de más en la cama, aún era temprano por lo que podían darse el lujo de seguir descansando un poco más, para ese momento Alastor estaba recostado sobre el pecho de Lucifer con sus piernas entrelazadas y una sonrisa suave en su rostro, mientras que el rey demonio apenas comenzaba a despertar siendo un par de esponjosas orejas pelirrojas lo que vio primero, las tenía a su alcance por lo que no dudo en acariciarlas, quería quedarse así, tan solo relajándose y mimando las orejas y la colita de venado de su "esposa".

- ¿Estas relajado? ¿no te duele nada? –hablo bajito Lucifer acercándose al rostro de su pareja para besar su frente donde recordaba anoche había visto brillar una cruz que debía ser la marca de la herida que le dio la muerte.

-Mmm... Aun me duele las caderas un poco, aunque sea es menos que ayer-respondió aun sin abrir los ojos, no quería levantarse, quería ser flojo por esa mañana y quedarse un rato más en cama - quiero comer...-murmuro apenas en un tono audible, ayer había comido mucho pastel, pero casi nada de comida.

-Sí, yo también, yo traeré el desayuno esta mañana ¿Gustas algo en especial? Estas siendo una excelente esposa, lo menos que puedo hacer es consentirte en tus antojos.

-Tal vez... ¿Un venado? -extrañamente no sentía náuseas o malestares como había estado sintiendo esos días, es más, se sentía seguro de poder comer bien esa mañana, además de que se despertó con un enorme apetito-creo que podría comerme un venado entero-dijo soltando una leve risa.

- ¿Un venado? -ríe un poco por oír eso- eres un hermoso caníbal-le besa las orejas y luego muerde una de manera juguetona- ¿Quieres que cace un venado para ti? -dice bajando sus manos por las piernas de Alastor

-Un venado solo para mí, y a término medio... rojo ingles mejor... lo que le sigue.

- Lo que le sigue, suena delicioso, aunque yo quiero otro venado, uno especial-dijo presionando suavemente la pierna de Alastor.

-Creo que anoche comiste suficiente venado... Ahora es mi turno, a pesar de tanto pastel mi estómago se siente vacío de nuevo y estoy casi seguro que esta cría también quiere comer.

-Me imagino que sí, ha de ser muy voraz como tú-le acaricia con cariño el vientre y luego se agacha para besarlo- está bien, debe comer, si es un venadito podría ser un lindo caníbal como tú-luego se levanta de la cama y le mira- entonces cazare un venado, regresare muy rápido con tu venado a término "lo que le sigue" –dijo antes de desaparecer de la habitación.

-Te espero.

Su estómago gruño un poco al imaginar la carne de venado y tan solo le quedo esperar a su esposo con la comida, con cuidado se estiró y tomó asiento en la cama, cuando escucho un grito que llegó hasta la suit principal haciéndole sobresaltarse.

- ¿¡QUE RAYOS PASO EN LA COCINA!? - se escuchó la voz, más que furiosa, de Vaggie- ¡¿ANGEL DUST FUISTE TU VERDAD?!

- ¡YO NO FUI...! ¡ESTA VEZ!

El rostro de Alastor se puso rojo al recordar el desastre de la cocina, si alguien le preguntaba negaría que fueron ellos. Por suerte no paso mucho hasta que Lucifer volvió con una bandeja cubierta y pudo percibir un delicioso aroma y rápido se sintió de buen ánimo. Lucifer solo rio un poco al ver la expresión ansiosa de Alastor.