Fruto de odio y amor

La presa del depredador

Aunque el demonio radio seguía sonriente, tanto el como la princesa seguían un poco... desconcertados por las acciones de Lucifer, algo era tener de visita el rey del infierno, pero una cosa muy diferente que este simplemente viniera con todas sus cosas a quedarse, así nada más.

- ¿Y bien? -volvió a preguntar Lucifer.

- ¡Oh si por supuesto! -dijo Charlie saliendo de su estado atónito por la impresión de que su padre ahora se mudaría a su hotel - y bueno, por ser mi padre obviamente tendrás la habitación principal... Y sobre lo otro, aún no tenemos clientes, apenas estamos promocionando el hotel, y recibido algunos llamados de algunos anónimos que preguntan sobre cómo ingresar y que hacemos, pero...

- ¡Pero solo es cuestión de tiempo para que empiecen a llegar los clientes! -animo el demonio radio con más seguridad de la que mostraba Charlie.

-Hum bien, aunque no haya aun clientes de todas maneras espero poder ayudar a mi querida niña en lo que sea-dijo sonriéndole con ternura a su pequeña.

-Muchas gracias papá-Charlie debía admitir que se sentía feliz de que su padre realmente hubiese venido para ayudarla con su proyecto, inocentemente no sospechaba que venía con otras intenciones no tan buenas-Alastor ¿podrías llevar a mi padre a la habitación principal por favor? Iré a hablar rápido con el resto.

No le dio la oportunidad de responder al demonio ciervo y prácticamente arrastro a los otros fuera de ahí para hablar con ellos.

- ¿Cómo es eso de que tu padre se quedara aquí? -dijo Angel Dust horrorizado.

-Yo tampoco esperaba esto, pero ya está aquí y no puedo decirle que se vaya...-dijo la princesa sintiéndose ligeramente presionada al pensar ahora que su padre estaría ahí para ver su trabajo. Se llevó a los demás a otra sala para hablar de lo que debían y principalmente NO debían hacer durante la estadía de su padre, lo que menos quería era que alguien provocara su ira.

Mientras tanto en el vestíbulo se habían quedado solos Lucifer y el demonio radio, nadie dijo o hizo algo por unos lentos, incomodos y silenciosos segundos hasta que Alastor fue el primero en romper ese estresante ambiente.

- ¡Bueno! ¡Sígame, lo llevare a la suit principal majestad! -dijo sonriente el demonio siempre mostrando ese ferviente entusiasmo y con su sonido de estática un poco más pronunciado a como lo hacía cuando hablaba normal.

-Te sigo-dijo con una amigable sonrisa, caminando a su lado.

- ¡Oh le gustara la suit principal! Tiene una fantástica vista de ciudad pentagrama, su hija quería tenerla reservada para alguna visita importante, es increíble que justamente venga el rey del infierno-hablaba mientras se dirigían al último piso Alastor no dejaba de hablar con aquel tono entusiasta de presentador mientras caminaba con una mano señalando algunas cosas del hotel y con la otra sosteniendo su micrófono mientras caminaba con aquel andar elegante y confiado.

- ¿Quién más importante que su padre? -dice tocando su pecho, como si olvidara que era el rey y solo tuviera el título de padre de Charlotte, sintiéndose orgulloso por ello.

Durante aquel pequeño trayecto Lucifer escuchaba al demonio ciervo hablarle de algunas cosas del hotel o cuartos por los que habían pasado, pero no le prestaba atención, deseaba llegar pronto a su nueva habitación. No tardaron mucho en llegar a la suit, la cual era el pent-house del hotel, adentro ya estaban las maletas que los carneritos habían traído primero.

-Espero sea de su agrado-decía siempre tan educado, aunque con aquella expresión que no dejaba ver miedo por estar en presciencia del rey del infierno, que se adentró a la habitación viendo el lugar y pareciendo satisfecho.