La manera correcta

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Había dormido más de lo que solía dormir, prácticamente un día completo, y aun así sintió que no fue suficiente cuando aún acurrucado entre sus sabanas manchadas de sangra, escucho la alegre y cantarina voz de Lucifer despertarle y no pudo evitar cambiar su eterna sonrisa por una mueca de molestia, deseando poder si quiera estrangular al rey del infierno para poder dormir.

-Es hora de levantarse venadito - dice a su bastón tocando la manzana de este para que el mensaje le llegara al otro - ¡buenos días al primer día del resto de tu vida! ¿cómo se siente la futura ma mi ta? – preguntó diciendo con tanto placer cada silaba de esa última palabra. Lucifer había decido darle el día para reposar, él se había encargado de la comida y claro cualquier pregunta respecto a Alastor, él argumentó que tuvo unos inconvenientes con su magia que necesitaba arreglar y no debía ser molestado.

-Estoy embarazado del Rey del infierno que me violó y tomó mi existencia para hacer de mi lo que quiera... Tu dime como me siento... - dijo con una sonrisa llena de fastidio sentándose en la cama con cuidado pues su trasero estaba terriblemente adolorido.

-En ese caso te sientes de maravilla por llevar en tu vientre al futuro hijo de tu rey y dueño - dice bastante divertido soltando una burlona carcajada para después dejarle en paz por el momento e ir a darse un baño de burbujas.

Mientras tanto el pobre ciervo trataba de encontrar su ánimo para empezar el día, ayer ni siquiera se había duchado por lo que estaba todo pegajoso por la sangre y los otros fluidos. Tan solo suspiró y se apoyó en la pared para poder levantarse notando que en el piso estaba el libro que Lucifer le dio, la otra anoche debió traérselo con las sombras sin darse cuenta. De todas maneras, lo ignoró y fue al baño para ducharse, por lo menos no le costó tanto caminar esta vez y se tomó su tiempo para limpiarse bien y después vestirse con ayuda de su sombra, tuvo que mirarse en el espejo varias veces para asegurarse que la expresión sonriente de su rostro no dejaba ver nada que llamara la atención de los otros y que claro no hubiera ninguna marca a la vista, eso incluía la manzana rosa en su nuca, así una vez listo salió para ir a hacer el desayuno y fingir de nuevo que nada había pasado, aunque para su mala suerte estaba teniendo problemas para concentrarse, aun podía escuchar claramente las risas de Lucifer y esa molesta melodía que tarareaba a veces, tuvo que usar la ayuda de sus sombras para no cometer errores.


-Lamento no haber preparado las comidas del día anterior así que lo compensarse con un delicioso desayuno! - dijo con aquella alegre voz de radio cuando vio a los demás llegar, aunque no estuvo muy contento cuando vio que todos tenían una mueca de preocupación o de confusión en sus rostros como si él no estuviera bien.

-No te preocupes por eso, papá se encargó de eso ayer, pero...-Charlie quería decirle si paso algo pues hasta el momento Alastor siempre había cumplido bien con sus tareas en el hotel-bueno es que... Tú ya sabes... No apareciste-y al parecer todos tenían la misma curiosidad.

-Creo que tu padre ya les explico que tuve que arreglar algunas cosas con mi magia-dijo rápido tratando de reprimir las ganas de querer desaparecer de ahí.

-Tu nunca has tenido problemas con tu magia-contesto Husk de manera algo ruda.

- ¡Oh tonterías claro que sí! -contesto con despreocupación, aunque por dentro sentía rabia de admitir que tenía problemas con su magia, era como decir que no lo dominaba bien, y el en verdad lo hacía – Pueden estar seguros que todo está en orden, así que mejor siéntense para que pueda servirles el desayuno -dijo rápido el demonio radio evadiendo de una vez cualquier otra pregunta y centrándose en servir el desayuno justo a tiempo cuando llego Lucifer.

- ¿Qué es eso que huele tan delicioso? ¿Más de esa exquisita carne de venado? – el rey entró con gran entusiasmo saludando a los demás y sentándose a la cabeza de la mesa volteando a ver al demonio radio sonriéndole con evidente emoción.

Fruto de odio y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora