²ℝ𝕌𝔼 𝕐 𝕃𝔸 ℂ𝔸𝕄𝔸ℝ𝔸 𝔻𝔼 𝕃𝕆𝕊 𝕊𝔼ℂℝ𝔼𝕋𝕆𝕊.

08. Castigo, cercanía, sentimientos raros.

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Rue fue en la noche para su castigo al baño de mujeres. Afuera se encontró con Snape, quien ya estaba esperándola.

— Que bueno que vino. Entonces, las cosas para limpiar están dentro, así que adelante y espero que lo haga bien.— Rue supiero y entro al baño.

Ella agradecía que no eran los baños donde está Myrtle, la llorona. Una niña fantasma que se la pasaba llorando y era muy desesperante.

Comenzo con lo más "difícil"; las tazas del baño. Realmente no le pesaba limpiar a la forma Muggle pero era demasiado cansado y más siendo un baño tan enorme.

— ¿Ocupas ayuda?— Demián apareció con una gran sonrisa. Rue le sonrió y Asintió.— Veo que te cuesta trabajo.

— Solo me da dolor de espalda. No es sencillo estar mucho tiempo doblada.— El solo se rió.

— Bien. Al menos me tienes a mi quien te ama y te cuida.

— Claro! No sé que haría sin ti.

— Ni yo.— Ellos solían molestarse entre ellos pero nada grave.

Demián parecía algo inquieto y Rue lo había notado, así que no evito preguntar.

— ¿Todo bien? Te noto raro.

— No, estoy muy bien.

— Seguro?

— Si, de verdad estoy bien.— Pero Rue lo miro directamente. Luego abrió los ojos como platos.

— Te gusta alguien!

— Qué?! No.— Se sonrojo.

— Claro que sí! Te gusta una chica o un chico. Vamos! Dime, dime, dime!

— No me gusta nadie.— Sonrió Demián.— Anda o te dejo aqui sola.

Rue le sonrió y siguió limpiando. Demián tuvo que irse antes de que Snape regresará.

— Muy bien. Ya puede irse a su sala común.— Rue salió a muy altas horas de los baños y algo cansada.

Iba caminando cuando vio a Harry con una cara algo atónita. Como si algo lo hubiera espantado.

— Cuatro ojos.— Este no la miro y seguía perdido en sus pensamientos.— Harry.

— ¿Qué?— Harry reaccionó y finalmente miro a Rue.— Oh, hola, Rue.

— ¿Estás bien? Te ves pálido, como si te hubieran dado el susto de tu vida.— Harry no sabía cómo reaccionar ante la preocupación que Rue estaba mostrando ante el.

— Ammm... Pues paso algo.— Rue lo miro atenta y le sonrió levemente. Eso causo que Harry se pusiera nervioso.— Bueno, estaba en mi castigo con Lockhart. Estábamos abriendo sobres de sus fans y de más cuando de repente escuché una voz que de verdad te helaba la piel.

— ¿No habrá sido ese Poltergeist? Sabes que le encanta hacer de las suyas.

— N-no. Cuando le comenté a Lockhart de la voz, dijo que no escucho nada.— Empezaba a ponerse algo preocupado.— Solo yo la escuché.

— Qué extraño.— Rue se puso pensativa y miro a harry.— Sea lo sea significa que tenemos que andar con cuidado, Harry, por el momento hay que ir a dormir. Si vuelves a escuchar la voz, me dices.— Rue busco entre sus bolsillos y saco una paleta.— Ten. Me traje unos cuantos dulces Muggles, saben muy bien. Nos vemos, Rayito.

Rue se fue caminando por el pasillo, directo a las mazmorras. Harry miro hacia la dirección que ella se fue y luego la paleta que le dió.

Era raro ya no discutir, ni pelear, pero no cambiaría la amabilidad de Rue por algo tan tonto.