La Dama del mar (Chaipunk)

3

<<¿¡Cómo nos encontró!?>>

Pensó la capitana al reconocer al capitán de aquel barco, sin embargo se percato de que el capitán tenía los ojos puesto en Hobie.

-Carajo...-Murmuro la capitana-¡Giren el timón!-Grito mientras comenzaba a caminar por el barco.
-¡Todo a babor y luego a estribor !-Grito el primer oficial, sin embargo uno de los tentáculo velozmente tomó a uno de los marinos y se lo llevó a las profundidades del océano, la luna comenzaba a salir lo que preocupo a los marinos por el simple motivo que no podía ver a la criatura, simplemente escucharla,al escuchar los gritos del marino y el sonido de algo ingresando al océano rápidamente todos los marinos comenzaron a correr, mientras que uno comenzó a tocar una campana.
-¡Quiero a todos en sus pociones!¡Enciendan las antorchas!¡A los cañones, defiendan los mástiles!¡Quiero que esperen mi señal!.

Hobie rápidamente se dirigió hacía los mellizos, quienes confundidos.
-Escuchen, quiero que se suban hasta la punta del mástil y se agarren con toda la fuerza que tengan, hagan lo que hagan los quiero fuera de peligro.
Con la ayuda de unas sogas los mellizos junto a Gabriela subieron hasta la punta del mástil, en donde se aferraron de aquel palo de madera.
Mientras tanto los tentáculos comenzaban a subir lentamente por el barco, todos los tripulantes tomaban sus armas y preparaban los cañones para atacar.

-¿Capitana?-Pregunto uno de los marinos, esperando la señal para atacar.
-Aguarden.
Los tentáculos ya habían alcanzado su punto máximo y con esto me refiero que los tentáculos eran mucho más grande que los mástiles.
-¿¡Capitana!?-Grito desesperado el mismo marino.
-Un segundo más...-Cuando los tentáculos estaban apunto de atacar el barco la capitana dió la orden-¡Ahora!
Doce cañones retumbaron en el océano y de ellos salieron grandes balas las cuales hirieron a aquella criatura, algunos tentáculos se desprendieron de el, sin embargo antes de hundir sus tentáculos por completo,uno de ellos tomó el mástil y con la poca fuerza que aún tenía lo jalo, esto provocó que el mástil se inclinara dejando colgado a los mellizos y a Gabriela, los tres se aferraban de aquel pedazo de madera y más Río ya que ella se encontraba colgando por encima del océano el cual para su desgracia se veía completamente oscuro.
-¡Traten de sostenerse!-Grito Hobie desde abajo mientras intentaba subir por aquel mástil.
-¿¡Usted qué creé que estoy haciendo!?-Grito molesta Río.

Owen aún colgado  comenzó a moverse por el mástil como si se tratara de un pasamanos,tratando de llegar a Río.
-Río, necesito que trates de moverte hasta donde estoy yo.-Dijo Owen.
-No puedo.
-¿Porqué no?
-El vestido pesa demasiado.
-Esto debe de ser una broma...
-¡Owen trata de ayudar a Río!-Ordeno Hobie, quien ya estaba cerca de Gabriela.
-¡Eso intento!¡Pero el vestido no la deja moverse!
-¡Owen!-Grito Hobie y al voltear el mellizo menor vió con terror como su hermana caía al océano mientras soltaba un espantoso grito.

Entonces sin previo aviso, la capitana se quitó su sombrero negro y su abrigo de piel color vino,dejando a la vista una amplia camisa blanca la cual era acompañada con un corset negro el cual formaba una muy definida cintura, la capitana sin pensarlo toma una pequeña daba y se lanzó al océano,al sumergirse observó con dificultad como la criatura comenzaba a regenerarse así que comenzó a buscar desesperadamente a Río y en aquel momento la vio entre la oscuridad tratando de nadar hacía la superficie, sin embargo por el peso del vestido casi terminaba perdiéndose en la profundidad del océano,con gran velocidad la capitana nadó hasta ella y con la ayuda de la daga, ambas comenzaron a romper el vestido de río,dejandola en ropa interior lo que en aquella época era un camisón blanco con un corset del mismo color y unos pantalones blancos que le llegaban hasta las rodillas.

La capitana tomó de la mano a Río y ambas comenzaron a nadar a la superficie, sin embargo antes de salir, Río se percato de dos cosas. -Uno:La capitana parecía que no respiraba.
-Dos: Habia un pequeño destello proveniente del bolsillo del pantalón de la capitana.
Entonces de aquel bolsillo salió un collar un poco extraño, Río sin pensarlo lo tomo.