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Estoy dispuesto a hacer lo que sea. -Afirmo Hobie.

Kazab formó una sonrisa y comenzó a caminar adentrándose aún más hacía la selva.

-Sígueme. -Ordeno Kazab, a lo que Hobie obedeció.

Ambos caminaron durante minutos, hasta que Kazab se detuvo enfrente de una pared de hojas y una que otra serpiente.

Kazab comenzó a murmurar unas extrañas palabras y con un movimiento de su mano hizo que aquella pared se abriera y ambos se adentraron, en aquel momento Hobie observo un acantilado.

- ¿Y ahora? -Cuestiono Hobie.

-Tienes que saltar.

- ¡¿Qué?!

-Dijiste qué harías lo que fuera por regresarla a la vida. -Hobie asintió. -Debajo de nosotros se encuentra el casillero de Davy Jones, un cementerio en donde descansan las almas de todos aquellos que fallecieron en estás aguas, la única forma de entrar ahí es saltando, pero te lo advierto si ella sale tú tomarás su lugar.

Hobie dio un paso adelante, sin embargo, Kazab lo detuvo.

-El sol está a punto de esconderse, si saltas ahora te quedarás ahí para siempre; además no podrías entrar debido a aquel hechizo que el chico nereida puso sobre ti.

- ¿Hechizo? ¿Cuál hechizo? -Cuestiono incrédulo.

-Solo ha de consolarme…mi marino audaz jovial. ¿Recuerdas aquella melodía? -Pregunto con una sonrisa Kazab.

- ¿Qué tiene que ver? -Dijo Hobie.

- ¿Tuvo efecto en ti?

-No. -Respondió Hobie.

-Son muy pocos aquellos que sobreviven ante esa magnífica melodía…pero los que lo hacen sufren un destino peor que el de aquellos que si son hipnotizados.

- ¿A qué quiere llegar?

-Cuando no caíste ante la hipnosis de Pavitr, él te ató para toda la eternidad.

-No lo entiendo. -Murmuro Hobie.

-Tú le perteneces a ese nereida y ese nereida te pertenece a ti, no importa si están de acuerdo o no.

- ¿Quieres decir que en realidad ninguno de los dos está enamorado? -Ante esta pregunta, Kazab comenzó a reírse a carcajadas.

- ¿De verdad creíste que esa criatura tenía sentimientos por ti? Todo era un simple engaño, ninguno está enamorado del otro…pero ahora eso es un impedimento para que puedas salvar a tu sobrina.

- ¿Y cómo puedo romper el hechizo?

-Si el hechizo los hizo creer que estaban enamorados ¿Qué sería lo opuesto de ello?
-Yo no lo sé…

-Rompe su corazón.

- ¡¿Qué?!-Grito el británico, retrocediendo.

- ¿Qué ocurre? ¿Pensé que habías dicho que harías lo que fuera? -Pregunto en tono de burla, Hobie mantuvo la cabeza agachada. -Es fácil, pero recuerda decirle que renuncias a cualquier unión con él, tienes hasta antes del amanecer para venir aquí, sin el hechizo.

-Pero Kazab…

Al voltear ya no había ningún rastro de Kazab, Hobie soltó un suspiro y camino para salir de aquel acantilado.

-No lo va a hacer…-Murmuro a lo lejos Kazab, quien tenía acariciando a una pequeña serpiente de color esmeralda. -Dale una pequeña ayuda, hermosa. -Exclamo dándole un pequeño beso a la cabeza de la serpiente y colocándola sobre el piso.

La serpiente comenzó a arrastrarse a gran velocidad, hasta acercarse a Hobie y sin que este se diera cuenta se lanzó sobre su pierna y lo mordió.

- ¡Mierda! -Se quejo el británico al sentir el ardor de aquella mordida.

El dolor era indescriptible, sin embargo, ese no era el mayor problema, la visión de Hobie comenzó a nublarse, todo a su alrededor se encontraba dando vueltas, parecía como si estuviera bajo los efectos del alcohol.

Hobie comenzó a tambalearse con dificultad, el camino se le hacía eterno hasta que a lo lejos pudo visualizar la aldea.

-Pavitr…-Murmuro antes de perder el conocimiento.
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¿Por qué no me dijiste que estaba bajo un hechizo?
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¡Hobart!¡¿Qué carajos haces?!
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Ahora que lo pienso ¿Porqué me enamoraría de alguien cómo tú?
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¡Hobie!¡Me estás lastimando!
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- ¡Te ordene que lo soltarás, Hobart!
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Ojalá te hubiera dejado morir aquel día…


Y de pronto aquel mareo desapareció, Hobie estaba confundido ¿Qué había pasado?

Cuando giro su rostro, su semblante cambio a uno de terror, Pavitr se encontraba llorando de rodillas en el suelo tratando de respirar mientras Gwen intentaba calmarlo, tenía rojo alrededor de su cuello una clara señal de haber sido asfixiado.

<<¡¿Qué carajos fue lo que hice?!>>
Pensó asustado.

El jamás lastimaría a Pavitr, quería abrazarlo, consolarlo, pero había una especie de pared invisible la cual le impedía dar un solo paso.

Sin otra opción y a pesar de escuchar los lastimados sollozos de Pavitr, no volteó, ni siquiera le ofreció una disculpa, solamente murmuró.

-En este momento rompo toda unión contigo, yo no te pertenezco y tú no me perteneces.
Tal vez Hobie lo murmuró, sin embargo, no hizo falta que Pavitr lo escuchara, sentía como su corazón se destrozaba lentamente, comenzando a llorar con más fuerza.

Hobie no se inmutó ante esto, ya no había vuelta atrás, comenzó a caminar lejos de la aldea, en dirección de aquel acantilado.

- ¡¿Qué rayos ocurrió?! -Pregunto a la defensiva Miles, empuñando su espada por si había algún enemigo cerca. - ¿Por qué llora Pavitr?

-Hobart se volvió loco. -Respondió Gwen, aun abrazando a Pavitr. -Vine a ver qué ocurría entre Hobie y Pavitr, al ver, Hobie estaba asfixiando a Pavitr.

- ¿Por qué Hobie haría algo así?

-No lo sé. -Respondió Gwen.

-Quiere cruzar al casillero de Davy Jones-Interrumpió Miguel.

- ¿De qué está hablando, Capitán? -Cuestiono Gwen

-No es importante, sin embargo, tengo que ir por él.

Miguel se dio la vuelta y comenzó a alejarse, sin embargo, se detuvo al escuchar a Miles.

- ¿Por qué?

-Porque será su fin si no logra salir a tiempo.


















Nota del autor.

¿Qué onda perdidx?

Lamentó el capítulo tan corto, sin embargo lo recompensare en el siguiente capítulo.

Tomen agua y coman.

La Dama del mar (Chaipunk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora